viernes, 28 de agosto de 2009

Tempo cap 1 (4)

No, no, esto no puede estar pasando. Era lo que menos necesitaba, verle otra vez. Conforme lo estoy pasando… No tengo ganas, por favor que no diga nada…. Por favor. Le mire a los ojos cuando hizo eso, no sé que imagen debió ver en mi rostro porque en ese mismo instante me soltó y me dijo:

- Lo siento.- yo salí de aquella habitación fugazmente y volví a salir al jardín, allí estaban Juan y Susana.

Estuvimos charlando, hacia bastante que no nos veíamos. Se paso el tiempo rápido, porque tuvo que salir Carla para avisarme que nos marchábamos. Me despedí de todos, menos de él y cruce la puerta de la casa demasiado rápido evitando así que nadie me dijera nada más. De vuelta a casa Carla y yo mantuvimos una breve conversación, estaba demasiado preocupada, la tranquilice. No quería contarle a nadie lo pasado, y menos aún quería dar lastima.

Me dejo en casa, pedí disculpas por haberme mantenido tan evadido durante todo la tarde. La invite a comer en casa al día siguiente, como recompensa, pero no acepto, tenía algo que hacer. Me metí dentro y cerré con llave. Subí a mi habitación y me desvestí. Me puse mis pantalones cortos blancos y una camiseta de tirantes… Me tiré en la cama, no quería hacer nada, deseaba morirme o hacer cualquier cosa para evitar sentirme así de triste y vacía. Me quede dormida profundamente, supongo que fruto de la bebida, mientras soñaba con el accidente…

Íbamos en el coche, conducía ella. La música sonaba, nos reíamos y cantábamos… ninguna había bebido, volvíamos de la playa, las ventanillas del coche bajadas; nos daba la brisa de la tarde en el rostro… Ella llevaba la vista fija en la carretera… entonces se nos vino un coche de frente. Intento esquivarle….Me desperté, era madrugada. Baje a por un vaso de agua, y volví a subir a la habitación, me dormí plácidamente.

Me levante temprano. Al día siguiente. Decidí encender el móvil, llevaba demasiados días con el móvil apagado. Demasiadas llamadas y mensajes. Estaba siendo egoísta y lo sabía, pero me apetecía. Siempre había sido demasiado solidaria, por una vez quería ser egoísta. Lo sufría por Ángela, que se había quedado allí, más cerca de todo lo que a mí me producía más dolor, pero no era ella quien iba en el coche. Tenía varios mensajes de ella, uno decía: Cariño, como estas? Tranquila, todo pasa, ella no querría que estuviéramos así. Por favor, aun nos quedan cosas aquí. Vuelve pronto, tengo ganas de verte. Ángela. La conteste, pensé detenidamente que poner para no parecer demasiado triste: Hola guapa. Estoy bien, el aire del pueblo hace bien, quema los recuerdos. Sé que todo pasa, y seguro que esto pasará pronto. Te prometo que volveré pronto. Un beso.

Pensé en hacer algo de deporte para acabar con la tensión, me vestí con ropa cómoda y de recogí el pelo. Cogí mi mp3 del recibidor y cerré la puerta dando tan solo una vuelta de llave. Seguí la calle arriba y me adentre un poco en la sierra… estuve corriendo aproximadamente una hora y media. Cuando llegue de nuevo a casa, tenía una nota debajo de la puerta. Me la había dejado Carla, me decía que al final sí que venía a comer, pero que se conformaba con cualquier cosa. Nada más ver la nota, me acerque a la cocina; no había nada en la nevera…

lunes, 24 de agosto de 2009

Tempo cap 1 (3)

Las sorpresas aún no habían terminado, si hubiera sabido que me esperaba me hubiera quedado en el baño hasta la hora de irnos. Maldito destino y maldita casualidad. Cuando abría la puerta alguien sonreía al otro lado hablando con alguien, fue entonces cuando yo salía y el entraba y casi me quedo sin rostro… Y ahí estaba él. Tan delgado y guapo como siempre. Nuestra cara fue la misma al vernos, a lo lejos pude ver como Carla me miraba preocupada…

- Lo siento.- dije, y salí rápido para tener que evitar mantener alguna clase de conversación incoherente en aquel preciso instante.

Si dijo algo, no lo sé, antes de que pudiera contestarme ya me encontraba en la cocina; me serví dos tequilas los cuales bebí casi sin respirar… Entonces fue cuando alguien dijo:

- Por cómo te has bebido el tequila juraría que has visto un fantasma.- Me gire, era una muchacha alta de pelo rubio rizado; aunque no tenía un cuerpo escultural la ropa que llevaba la favorecía demasiado.-
- Lo siento, es que tenia sed.- Sonreí.- Lo cierto es que hace demasiado que no bebo.
- Ay! Que tonta, no me presentado. Soy Andrea….- Se acerco para darme dos besos.
- Encantada.- No había terminado de balbucear la palabra cuando alguien desde la puerta se acerco y le dijo:
- Cariño, te llama Carla.- No podía ser, era la voz de él, y Carla llamaba a esta chica?, no lo entendía.-
- Ah vale!!! Encanta guapa.- Dijo Andrea mientras salía por la puerta y le daba un beso en la mejilla a él.
Yo me disponía a hacer lo mismo cuando me intercepto, tanto con la mirada como con su cuerpo, me quede allí, en aquella habitación, dándole la espalda y terminándome de servir otro tequila con lima. Volví a intentar a escaparme de aquella habitación, cuando esta vez me sujeto el brazo y me dio la vuelta…

viernes, 14 de agosto de 2009

Tempo cap 1(2)

Así que la mire, y respire hondo, mientras que ella tocaba al timbre y ponía cara de loca cuando abrían la puerta. Para cara de loca la de quien abrió la puerta, era Susana, me miro con cara asombrada, empezaron a chillar las dos.

- Ahh, ahhh…- gritaban al unisonó.- Como ha venido, que hace aquí.- ahora era Susana la que chillaba, al hacerlo se acercó Juan; su cara no tenía precio, al verme allí con aquella sonrisa fingida.
- ¿Hola?- No sabía si la reacción que habían tenido era buena o mala, así que volvía fingir una sonrisa y seguidamente dije: - Que tal?
- Menuda sorpresa eh?- Era Carla, la artífice que me había hecho salir de casa.
Para ser sinceros me sentía demasiado culpable por estar allí cuando únicamente lo que quería era tirarme en una cama y llorar. Pero se me daba bastante bien fingir, así que entre algo tímida en la casa y puse cara de contenta cuando veía a todos aquellos que se me acercaban.

Divise por lo general, no se encontraba allí. Mis últimas noticias es que estaba felizmente enamorado y eso me relajaba. Se me acerco Carla por detrás, en ese justo momento me sobresalte, entonces me dijo:

- Tranquila, no va a venir. No está aquí. Por lo visto ha llegado hoy de viaje
- Eso mismo me dijiste la ultima vez, y entonces, a los cinco minutos apareció por la puerta.-
Dije en un tono algo brusco.- Perdona, es que estoy algo incomoda, hace demasiado que no vengo.
- Tranquila, todo el mundo está loco por que hayas venido. Relájate y disfruta.
- Si, tienes razón, será mejor.


Me acerque hacía cocina y me serví un vaso de tequila con lima, necesitaba algo fuerte para abstraerme de todo aquel ruido y gente; volví al salón; fingí que me llamaban por teléfono para poder salir al jardín trasero y quedarme tranquila. Me quede absorta nuevamente en mis pensamientos mientras miraba a lo lejos de pie en el pequeño escalón que daba al jardín, y daba pequeños sorbos a mi vaso.

El calor del mes de agosto era agobiante, sofocante. Me mareaba. Decidí adentrarme en el jardín. No había comido nada y el tequila estaba empezando a hacer su efecto, estaba consiguiendo evadirme, y hacia bastante tiempo que no lo conseguía. Me quede así, de pie, en medio de jardín no sé el tiempo, volví en si cuando alguien me llamo desde la puerta, entonces me giré y mire, era Juan, pretendía sacarme una foto. Entonces sonreí, era la primera sonrisa sincera que mostraba desde hacía días. Decidí entrar dentro nuevamente, estaba empezando a oscurecer. Supongo que me había evadido durante mucho tiempo. Dentro Juan y Carla me miraron algo preocupados. Les sonreí y entonces ellos me correspondieron también con una sonrisa, algo fingida, me dio la sensación.
A pesar de todo, no podía estar tranquila; cada vez que tenía tiempo para pensar tenía ganas de salir corriendo. Fui al baño. Me senté en el suelo apoyada en la puerta, fue entonces cuando las lágrimas afloraron en mi rostro, estuve sentada cinco minutos sin levantarme, con mi rostro en mis manos, preguntando porque. No estaba segura de que el dolor se fuera a pasar algún día. Empecé a notar como mi corazón latía bruscamente, y posteriormente surgía un fuerte dolor en el pecho. Aquello me producía angustia. Odiaba esos ataques de ansiedad que empezaban a producirse con demasiada frecuencia. Decidí incorporarme; si tardaba demasiado, tarde o temprano alguien empezaría a hacer preguntas, ya me había evadido demasiado durante toda la tarde, me mire en el espejo del baño y cogí algo de papel para secarme las lagrimas, esboce una sonrisa de mala gana y decidí volver a adentrarme en la reunión…

lunes, 10 de agosto de 2009

Tempo cap 1 (1)

Había pasado demasiado tiempo… me hubiera ido de aquella casa sino llega a ser porque mi amiga vino a buscarme y me enfundo en unos vaqueros y una camiseta. “Estas preciosa” señaló cuando termino de ordenarme lo que quería que me pusiera. Estaba incomoda. Sabía a quién podía encontrarme en aquella especie de fiesta- reunión a la que no había sido invitada; y en la que sin duda alguna me convertiría en el centro de atención y posteriormente, la invitada de honor. Si, sin duda había pasado demasiado tiempo. Pero no me apetecía comportarme como una niña malcriada, de hecho nunca lo había sido, y decidí que no era apropiado que mi amiga me rogara que fuera con ella.

- Van a estar todos, les vas a dar una gran sorpresa.- me dijo toda entusiasmada.- Por favor; cuanto tiempo hace que no vienes y no nos ves…. Todos se acuerdan de ti.
- Aún…- dije yo en lo que casi parecía un susurro.- Hace demasiado tiempo que no vengo, no creo que sea adecuado.
- Venga Silvia, para que has venido aquí si te vas a pasar todo el día metida en casa. Recordemos viejos tiempos.
- Vale, solo porque no quiero que sigas rogando. Pero no me pidas demasiado, por favor.
- ¡¡¡Perfecto!!! Te he dicho lo feliz que me siento de que estés aquí…. – dijo mi amiga con una sonrisa esbozada en el rostro y a la que no se podía negar nadie.
- Sí, sí; me lo has dicho.- dije yo intentando parecer igual de efusiva que ella.- Anda, vámonos antes de que me termine arrepintiendo.- esboce una sonrisa.
- Ya verás que bien te lo vas a pasar…

Cogí las llaves que estaban en el recibidor y las metí en el bolso que llevaba. Salimos de casa y entramos en el coche. Acabábamos de comprar la casa en el pueblo, mis padres no habían podido venir y yo había decidido tomarme un respiro; el trabajo, la enfermedad de mi tío y el reciente accidente donde perdí a una de mis mejores amigas me estaba absorbiendo por completo, o al menos, eso fue lo que me contaron. Nadie sabía cómo me sentía realmente. Mientras íbamos hacia la fiesta, pensaba en el tiempo que hacía que no veía a todos, en el tiempo en que no le veía a él; y me miraba disimuladamente el atuendo. Los vaqueros azul oscuro que me había ordenado poner mi amiga con esa camiseta blanca que resaltaba el moreno que había cogido en mi ciudad de origen antes de irme de vacaciones… Y esos tacones… la próxima vez no aceptaría ponerme tacones… La próxima vez que accediera ir, me pondría mis zapatos planos.

Estaba cansada de fingir, en mi cabeza todo estaba gris. Nadie realmente sabía lo que había pasado, y era mejor así. De camino a la reunión pensaba en ella, la había perdido hacia escasamente mes y medio; aquel accidente de coche se llevo, aun no lo entendía. En unos minutos todo había acabado. La excusa perfecta era el stress del trabajo.


Just one more moment, that’s all that’s needed. Like wounded soldiers in needed of healing. Time to be honest, thit time I’ pleading Please don’t dwell on it, cause I didn’t mean it… los acordes de la canción hicieron que saliera de mis pensamientos, las notas las extraía el equipo de música. Volví en mí, y volví a pensar en la “hermosa” tarde que se me venía por delante.

Y así fue como llegamos a aquella casa blanca a las afueras del pueblo, tenía un jardín enorme en la parte delante y por lo que deducía de una vista general, también lo debía de tener trasero. No tenía ganas ni estaba en el momento propicio para seguir adelante con esos planes y con esa reunión. Pero había sido yo quien había decidido que no quería que nadie supiera que es lo que me había hecho volver. Mi amiga, al lado mío, era como una niña con zapatos nuevos, no paraba de mirarme, reírse y cogerme de los hombros, sacudiéndolos suavemente para que reaccionara, como si estuviéramos a punto de ser presentes del acontecimiento de la temporada.

TEMPO

Hola chicas!!!

Bienvenidas de nuevo... hoy empezare con tempo... aviso, no son los mismos personajes aunque algunos se llamen igual, ok?? espero que os guste.... y avisaros que esta no la tengo escrita de antemano, asi q no se como puede terminar.... Un besazoo

lunes, 3 de agosto de 2009

(19)

- Lo que quieras.- dijo él en un mismo susurro.
- ¿Cuánto tiempo hace que no nos vemos? –Su voz seguía siendo un susurro.
- Mucho, supongo que algunos años. ¿Porque?- preguntó el extrañado por aquello que ella quería saber.

Aun había demasiado por saber el uno del otro llegado aquel extremo, y ella únicamente le preguntaba por el tiempo que hacía que se habían separado, pensó él mientras fijaba la vista en la tarde lluviosa que hacía. Estaba realmente desconcertado. Ahora era él el que se perdía entre el horizonte y aquellas gotas de lluvia.

- 4 años, 3 meses y veinte días.- Se giró mientras decía aquello. Sonreía aunque sus ojos reflejaban una profunda tristeza. Su sonrisa también era triste, el se percato de ello.- para ser exactos. La verdad es que perdí la cuenta desde que me trasladé aquí.
Escruto su imagen, su voz seguía siendo pausada, sin alma. Aunque había elevado levemente el tono de su voz. Era la primera vez que se volvía desde que le abrió la puerta cuando llego. El puso los ojos en blanco; tocado y hundido.

- Como sabes…- no dijo nada más.
- He recordado cada fecha importante, cada palabra que dijiste, las veces que lloramos, las veces que reímos.- espero un momento, cogió aire.- te dije que tarde demasiado en superarlo. He recordado la fecha del último día en que te vi. He guardado los e-mails, los regalos… todo.
- Pero yo te quiero, más allá de todo eso, yo te quiero.
- Yo también te he querido.- seguía hablando en susurros.- y he pasado días deseando que todo volviera a ser como era la primera vez, sin que hubiera nada que se interpusiese. He deseado llamarte, verte, volver a estar contigo…

Era verdad, el ahora no poseía el control, no era capaz de articular palabra a lo que ella le decía, solo podía poner ojos en blanco y tener ganas de acercarse y abrazarla para demostrarle todo lo que estaba sintiendo en ese preciso momento, para que ella también lo sintiera así…

- Yo también lo…quise así alguna vez.- dijo el quedadamente.
- Alex, yo te he querido demasiado, pero ahora eso ya da igual. Ya no eres lo que quiero…- la voz de ella empezó a sollozar, el no lo entendía, hasta que ella pronuncio ese nombre.- An-dre-es.

Dijo ella entre sollozos y a medida que avanzaba dirección hacia la puerta, entonces él se giro y lo vio a él, allí, en mitad de la puerta, su rostro era inexpresivo, sabiendo perfectamente lo que estaba pasando, y sufriendo por cómo estaba ella.

- ¿Cuánto llevas aquí?- volvió a preguntarle ella, las lagrimas habían aparecido en su cara como si se sintiera culpable por algo. Entonces Andrés contestó
- Eso no importa, cariño.- ahora era Andrés el que se acercaba hacia ella, abriendo los brazos hacia ella.

Se encontraron a mitad de la distancia, en aquella habitación empañada por la tarde lluviosa. Ella consiguió llegar hasta él y se refugió en sus brazos, Andrés la rodeo suavemente como cual muñeca frágil y le beso el cabello. Así se quedaron, entrelazados, apoyando ella su suave rostro contra el pecho de Andrés, que le dijo:
- Estoy aquí, y te quiero.

Lo había dicho apenas en un susurro, pero lo suficientemente sonoro para que él lo escuchara. Eso lo decía todo. No había más que hacer.

Fue en ese preciso momento cuando entendió que su visita había concluido. Que ya había perdido el juego, la batalla, la guerra, ya la había perdido y que no podía hacer nada por recuperarla, o que por mucho que hiciera, jamás la recuperaría.

- Ahora soy yo el que comenzará a contar.-

Dijo él bajo un susurro en el que ninguno de los tres prestó atención. Cogió la pequeña bolsa de viaje que había traído consigo y caminó hacia la puerta sin mirar la estampa que dejaba atrás. Si, era su turno para comenzar a contar el tiempo que pasaría a partir de ahora, una vez que la perdió. Cerró la puerta por siempre.
Que pasó después? Nadie lo sabe. Solo que el perdió.
FIN
Espero que os gustara, en breve empezaré con Tempo. Un beso