lunes, 29 de junio de 2009

(13)

La decoración de aquella estancia a la luz del día parecía distinta, era… como decirlo, acogedora?¿extraña? seria por eso que era uno de los locales de moda. Las bajas mesas con los enormes butacones alrededor… hacia la sensación de estar como en la más apacible comodidad… La iluminación era semi oscura, a exceptuar por el pleno sol que entraba por los enormes ventanales de los que disponía el local… La música, ni lenta ni rápida, ritmo medio, totalmente distinta a como lo era en la noche. Estaba empezando a contemplar todo aquel lugar y empezando a sentir una especie de inconformismo y nerviosismos cuando marcaron las cinco… ¿cómo lo supo? Por el pitido de una radio cercana que sonó en el mismísimo local haciendo un avance de las noticias… algo sobre un accidente… el debate parlamentario de turno y… si, como no, la crisis seguía…que maldita persona se le ocurría llevar una radio a una cafetería, cuando en esta ya había música… ¿es que se estaba acabando con la cordura en aquel país? Sin duda alguna estaba alterado.

Las cinco en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos… apareció la chica rubia del fin de semana anterior (lo cierto es que había olvidado su rostro)… es que esa chica no sabía que las mujeres debían de hacerse de rogar en una cita… los cinco o diez minutos de rigor… Irascible. Al fin y al cabo esa chica no tenía la culpa, debería de intentar ser un poco más amable a lo largo de la tarde.

Así apareció, alta y coqueta, con unos vaqueros y un suéter fino… color claro, también, la verdad es que el color de aquel suéter la favorecía… y nada de tacones… unas bailarinas tan comunes. Llego hasta él y le saludo. Lo típico, la tarde pasó en la más absoluta tranquilidad, las risas, las cosas curiosas ocurridas desde el fin de semana y poco más… Se hizo tarde… pero lo cierto es que lo estaba pasando bien. Curiosamente.

Una cosa llevo a la otra, el tiempo, las risas, y sin quererlo, acabo en casa de aquella graciosa rubia. Empezaron por unas cervezas y terminaron riendo como tontos de algo que ni ellos mismos sabían… entonces… ella, que estaba sola en aquel piso de estudiantes, planto sus labios sobre los de él. Se besaron, el le siguió con aquel beso pensando que era ella, y no aquella rubia a la que estaba besando… la pasión se desbordo pero no como unas noches atrás cuando estaba en una habitación de hotel…A pesar de que aquella chica se estaba esforzando por darle placer, pero no sintió lo mismo que cuando estuvo con ella…la chica termino dormida sobre su regazo, se levanto cuidadosamente y la llevo a su habitación, el se vistió y salió por la puerta… Se despidió con un beso en la frente, ella no se enteró… Ni una nota, ni nada…

jueves, 25 de junio de 2009

(12)

Se pasó los días siguientes deambulando solo, esperando que ella llamara. Asistiendo a las pocas clases que tenía. Contando días, horas, minutos y segundos, trastocándose la vida nuevamente. Reconstruyendo la historia que había dado por terminada. Ella no llamaba. Y ya no le interesaba conocer a ninguna otra chica, ya no le interesaban las historias de una noche. Envidiaba no ser quien estaba con ella todos los días… aunque lo suyo no fuera serio, formal o como quisieran llamarlo.

Quizás debía llamarla otra vez, hablar con ella, aunque rompiera la promesa; total, nunca había cumplido ni una sola de las promesas que le hizo. Estaba absorto en sus pensamientos cuando sonó el teléfono… Aparecía reflejado el nombre de una chica, por un momento deseó que fuera ella, pero su gesto cambio al comprobar la voz del teléfono:

- Hola? Soy yo, uff, que vergüenza…

- No pasa nada, que tal estas?.- contesto él, era la chica rubia que había conocido hacia aproximadamente una semana, ahora ya se percató del nombre que se reflejaba en la pantalla del teléfono móvil… el fin de semana antes de que todo esto pasara.

- Pensaras que soy tonta o algo por el estilo. No sé, pensé que me llamarías y como no lo has hecho… bueno, lo cierto es que tenía ganas de verte.- Sin duda él no tenía las mismas ganas de compañía, sobretodo femenina, en ese momento.

- No que va, es solo…- intento parecer convincente, evitando mostrar el desagrado que sentía por tener que mentir, después de todo, había estado ocupado teniendo una noche de pasión con su antigua novia y estaba demasiado inquieto por los efectos que ello podía ocasionar en su vida.- es solo que estado muy liado estos días y bueno. Ya te dije que me lo había pasado muy bien contigo, me reí mucho la otra noche.- Eso era verdad, en esta parte de la conversación no estaba mintiendo… la había conocido jugando al billar mientras tomaba unas cervezas con los amigos y sin duda, se ofreció a hacer de experto con ella… pero solo había transcurrido la noche así.

- Bueno, creo que te debo un café.- continuó él.- después de lo desconsiderado que he sido contigo, sin llamarte durante tantos días… Te parece esta tarde, a eso de las 5?

- Umm…vale, no pensé que mi llamada fuera a causar tal efecto, perfecto. A las cinco, en el mismo sitio del otro día, verdad?.- El asintió.

Bueno, después de todo no sería mala idea pasar una tarde entre una conversación interesante y posiblemente unas risas. Hizo acopio de fuerzas y se cambio, se vistió que fuera con algo lo más presentable posible y se marcho a aquella cafetería.

lunes, 22 de junio de 2009

Espero varios tonos, y al fin alguien lo cogió, era la voz de un hombre… era Andrés…

- Si?- Contesto Andrés.

- Hola, uff, no pensé… esto, no se…

- Alex, eres tú, verdad? No te agobies, ella no está. Se dejo esta mañana el móvil en mi casa cuando se fue a trabajar… No te preocupes, me dijo que esto pasaría. Puedo decirle que has llamado, si quieres.

- Lo siento, no quería molestar, no se…- dijo él.- Pensé que cogería ella el teléfono, quizás ha sido un atrevimiento llamarla, me dijo que no lo hiciera y no sé, sentí el arrebato.

- Me conto todo lo que os paso. Todo Alex, hasta vuestro último encuentro, lo nuestro aun no es serio, ni oficial, pero sé que quiero estar con ella. Pero también sé todo lo que ella te quiso, y no puedo prohibirla recibir llamadas, ni te puedo pedir que no la llames. No voy a ser yo quien la de a elegir. Se lo que siento por ella, y lo único que quiero es que sea feliz.

Se hizo un silencio. Andrés volvió a hablar.

- Mira, se que seguramente tú la quisiste. Sé que nadie se quiso hacer daño en toda esta historia. Lo único que te puedo decir es que le diré que has llamado, y ella será la que te conteste si quiera, no le voy a poner entre la espada y la pared. Pero si ella no te contesta a la llamada, igual deberías de llamar tu otra vez.

- Gracias. Adiós.

El colgó el teléfono sintiendo no ser tan maduro como Andrés… lo sabía todo, y aun así, el no estaba dispuesto a interferir entre ellos, realmente Andrés la quería, y él no sabía lo que sentía. No era justo para ella.

viernes, 19 de junio de 2009

(10)

- Da igual pensarlo, Alex... Ella te ha dicho que no va a volver.- Eso le dijo su mejor amigo.- Sabes, creo que ella te ha querido mucho… sé que no me porte bien con ella en su momento… igual me guie por lo que os había pasado…

- No me vengas con estas historias, por favor… Pienso en lo que quiero… y si, muchos nos equivocamos con ella.

- No Alex, déjame acabar… Sabes de sobra que yo mejor que nadie la odiaba… Si, la odiaba porque sabía que te había hecho daño, pero no sé, realmente no sabes porque te dejo, y creo que a estas alturas, eso es algo que deberías de aclarar. No se Alex, igual deberías de llamarla…
- Me estás diciendo que la llame? Tú que tanto me machacaste diciendo que no valía la pena… No lo entiendo, en serio.

- Si, por eso mismo, te dijo que no te quería, y que tu a ella tampoco… Creo que de verdad, ya no te quiere, pero creo también, que con ello te quiso decir que te quiso durante mucho tiempo. Creo que te quiso hasta más tarde de que tú la olvidaras, y puede que si ha pasado esto, es porque tenéis que hablar y sinceraros.

Su mejor amigo le estaba diciendo cosas que nunca pensó que diría… continuo:
- Mira Alex, nosotros tuvimos mucha culpa en que lo vuestro no funcionara… nosotros tus amigos, la sometimos a un control que no debió ser bueno, nosotros todos tus amigos nos preocupamos demasiado por cómo te sentías tu, y se nos olvido que ella también formaba parte de esta historia…No te estoy diciendo que cojas un avión y que te vayas a verla, pero si te digo que la llames y aclares con ella todo esto… Solo quiero que estés tranquilo con esta historia.

- Bah, da igual, no quiero pensar más en ello.- Dijo él.

Pasaron la tarde entre cervezas y risas.

Los restantes días se los pasó debatiendo entre hacerle caso a su mejor amigo, o dejar las cosas como habían pasado, dejarlas así para siempre. Lo cierto es que no podía parar de pensar en la situación del campus, y en lo ocurrido en la habitación de aquel hotel. Se repetía a todas horas que no debía llamarla, que ella se lo había pedido, y que era la última promesa que podía cumplirle… Pero no era lo demasiado fuerte para hacerlo. Lo cierto es que habían pasado varios días desde que paso todo lo que paso, y no aguanto más. Cogió el teléfono, y marco.

miércoles, 17 de junio de 2009

(9)

- Lo cierto es que iba a coger un taxi… no te ofendas, no quiero que malinterpretes lo de esta noche… hazte a la idea que ha sido… como decirlo, una despedida.
- Y si ha sido algo más? Y si a mí me ha hecho recordar? Lo siento, sé que no debo ponerte en esta situación.- dijo él.
- No tienes la culpa… pero deberías de haber estado preparado… recuerda mis palabras de anoche, ni yo te quiero a ti, ni tú me quieres a mí. No quieras hacerte daño…
- Por favor, solo llevarte al aeropuerto, como si fuera un amigo…
- Vale, pero prométeme que no te vas a hacer daño.

Hicieron el viaje en absoluto silencio…Sabia que ella estaba deseando ver a Andrés, se lo vio en la mirada las dos veces que presenció cuando hablaba con el, existía un brillo en sus ojos…

- Mierda.- mascullo en voz baja.
- Qué pasa? Sabía que no era buena idea que vinieras… No debería de haberte mandado aquel mail… Pero tenias que darte cuenta de todo.
- Lo siento… Igual, al fin y al cabo no es una mentira univesal.- Dijo tímidamente.- No sé, igual, estuve ciego…

Habían llegado al aeropuerto. Ella le dio un suave beso en la mejilla… Le miro con cariño y dijo:
- Ciego o no, no crees que ahora eso ya da igual.- dulcemente- No voy a volver Alex… yo ya no voy a volver. No quiero que me llames. No funciono una vez, y ahora, menos que nunca va a funcionar. – afianzó en tono más duro-.

Salió del coche, se puso sus gafas de sol, y se marcho hacia delante sin mirar atrás. Se iba a ser feliz… al fin y al cabo, ya lo era.

Arrancó el coche de nuevo. Se dirigió a su casa… Aunque, le hubiera gustado tener un lugar secreto al que ir para reconciliarse consigo mismo, pero no lo tenía, únicamente podía ir a casa y pensar en que había pasado, si es que tenía que pensar en ello. Era verdad que ella no iba a volver. Era verdad que no funciono una vez, pero lo que no sabía era si ahora podía funcionar.

Pasaron días.

lunes, 15 de junio de 2009

Inciso (no he podido evitar la tentación, no forma parte de azar).

Querido nadie:
Confio en que esta será la ultima carta que te escriba. No se el motivo, ni el impulso que me empuja ha hacerlo, lo único que se es que es una necesidad que ha surgido de repente y lo estoy haciendo.

No busco tu perdón o algo de ti, nuestra historia se quedó hace dos años en punto muerto, y desde entonces cada uno siguio por su lado y nunca más nos hemos vuelto a dirigir la palabra, algo que hoy en dia, despues de tanto tiempo, no se si lamento. No pretendo excusarme o explicarte los motivos de aquella ruptura, no los que tu conoces, sino los verdaderos, las razones por las que decidi apartarte o apartarme de tu lado, seré egoista y me los guardaré para mi nuevamente, y creeme, pierdo mucho con ello.

Después de tantas idas y venidas, he comprendido que solo yo puedo entender lo que siento, y que si miento respecto a eso, me miento a mi misma; y que no miento cuando digo que ya no se lo que siento. Me pasé muchos meses mintiendome y diciendo que no te queria cuando en realidad sentía que el amor crecía aún más fuerte en mi; pero ahora, cuando ya estoy más serena, ya no se si lo que siento es amor o el cario que queda por haberte querido durante tanto tiempo; creo que si me abrazarás ya no sentiría nada, y no muero por un beso tuyo.

Y no me voy a pelear o discutir por decir que yo sufrí más que tu nuestra ruptura, eso es algo que nunca se sabrá. Nunca sabremos quien sufrío más en lo nuestro, estoy plenamente convencida de que cada uno lo vivió a su modo y decidió superarlo como quiso, porque despues de dos años, ambos lo hemos superado.

Y no lamento ni uno solo de los momentos que vivi despues de dejarte, cmo tampoco lamento ni una sola de las lagrimas que durante tanto tiempo derramé por ti, y me siento orgullosa de haber vividoalgo contigo, por poco o corto que fuera, aunque a veces tenga la sensación de que realmente no perdiera nada de ti, porque no se pierde algo que nunca has tenido. Y es que es esa la sensación, de que nunca te tuve, aunque me quisieses con locura, ello si alguna vez fue verdad.

Sabes, hay cosas que nunca comprenderé, y hay cosas que borraré tarde o temprano de mi vida, porque me siento extraña al pensar que te quise, y me siento extraña al comprender que me engañast, aunque sea algo que nunca entienda; porque me diste besos, que hoy me saben amargos.

Lo cierto es que hoy he vuelto a estar donde todo empezo, y hoy por hoy, lo unico que quiero que empieze es una nueva etapa donde estes fuera de ella, donde al sentir rencor no me acerde de ti, donde al tener confianza no me acuerde de la que tu traicionaste, y donde yo deje de sentirme culpable por errores que los dos cometimos; y sobretodo, no quiero volver a preguntarme porque me engañaste, o si esa fue tu venganza.

Te quiero fuera de mi vida, ni 26 de septiembres, ni dias de abril, ni lugares en los que estuvimos...


(6 de Enero de 2008)

(8)

Realmente el fuego quemaba… al menos a él… recorrió todo su cuerpo, las curvas que había olvidado, el sabor de sus besos que no recordaba… estaba en peligro de volver a enamorarse de ella, y eso no era bueno… porque ahora sí que era verdad que ella ya no le quería, siempre supo que entre Andrés y ella hubo una conexión especial. Y ahora que vivían tan cerca… Aun así prefirió quemarse en el fuego, aparto sus pensamientos y se dejo guiar por la pasión, se perdió entre los pliegues de aquella cama de hotel, rieron, jugaron y el desato todo el calor que tenia… lo descargo junto a ella, la beso apasionadamente, esos labios llenos de calor y dulzura, sobre su cuello, deseando que no fuera un sueño… deseando que lo que estaba pasando, pasara durante muchas noches más…Hicieron el amor… Hizo el amor con ella como nunca lo había hecho. Ambos sintieron placer, pero sin duda, el mucho más que ella, por la situación. Estaba redescubriendo su cuerpo otra vez. Terminó extasiado…

No pudo dormir, se quedo despierto toda la noche contemplándola… despeinada, durmiendo, completamente desnuda… dibujó con sus dedos la silueta de su cuerpo… parecía un ángel. Se hizo de mañana… entonces ella despertó. Le dio un beso…Ella sonrió levemente y se levanto, tenía que coger un avión temprano… Fue a ducharse…El fue después… pero toda la pasión había desaparecido. Termino de recoger…ella se vistió, unos vaqueros, una camisa y unos tacones…El, la misma ropa del día anterior… salieron juntos del hotel…

- Te puedo llevar al aeropuerto?.- Pregunto él.

jueves, 11 de junio de 2009

(7)

Sintió nuevamente un impulso, se tiró sobre ella, había aguantado demasiado en aquella habitación, no evitó el deseo que salía de dentro de él, la beso nuevamente, esta vez como nunca la había besado. Ella se volvió a levantar, se apoyo en la pared… Aunque ya no le quería, aunque ahora había recuperado la alegría junto a Andrés, sintió un escalofrío cuando él la beso.

- No te equivoques.- Le dijo ella.- Esto no es como antes, puede que exista algo de deseo, pero ni yo te quiero ni tú me quieres. Ahora yo puedo tener el control sobre esta situación, no juegues con fuego si crees que acabarás quemándote…

El no dijo nada, la cerco con la mirada y con el cuerpo. Desafiante, la quería hacer suya, aunque fuera una vez. Contra la pared, le cogió las manos, apretó su cuerpo con el de ella y la beso… Dejo que su deseo fluyera. Todo el enfado y la ira se transformo en autentica pasión. Comenzó a recorrer sus piernas con sus manos, la beso ardientemente, mientras recorría su cuerpo con sus manos, podía sentirla respirar entrecortadamente. Desabrocho los botones de su camisa poco a poco, intensamente. La pasión se había desatado, y ella se estaba dejando, sabía que no la volvería a tener, y no tenía idea si era mejor parar o seguir adelante con esa locura. Que más le daba a él, pensó, si nunca más la iba a ver al menos borrar los horribles recuerdos que tenia de ella. La abrazó con una fuerza con la que jamás la había tocado; siguió quitándole el resto de la ropa, al mismo tiempo que el mismo también se desnudaba. La cogió sobre si mismo y la tiro sobre la cama…

martes, 9 de junio de 2009

(6)

- Suéltame.
El volvió en sí, y la soltó… ella continuó andando indiferente y se sentó en el borde de una de las butacas estilo colonial que decoraban aquella habitación de hotel, volvía a tener esa sonrisa picara, le miraba a él, desafiante, sabiendo que ella jamás había tenido el control en aquella situación y ahora, por fin, lo tenía… El no fue capaz de articular palabra…

Ella volvió a levantarse, se puso a mirar por el enorme ventanal de aquella habitación de hotel… entonces él pregunto:
- Quien es él?- Ella le contesto que simplemente un amigo…
- Os vais juntos de viaje? Te vas de viaje con un simple amigo? No lo puedo creer… Estas con él?
- Si me voy de viaje, y sinceramente, eso a ti no te importa. – Su voz se alzo a decir esta última frase…

El tensó los puños, intentando aguantar la situación… pero no pudo… se acerco a ella mas lleno de ira que nunca, y la volteo cogiéndola de la cintura… Después la acerco mas a si mismo, para volver a tenerla junto a él, pegada a él. Ella no dijo nada, simplemente se limitó a mirarle con indiferencia, el podía sentir la respiración de ella, su corazón latiendo dentro de su pecho, entonces no lo aguantó más, y la besó. Ella le aparto… pero no fue suficiente el pequeño empujón que le dio, él la cerco contra la pared, la miro fijamente, y la beso de nuevo, esta vez apasionada y ardientemente.

Volvió a sonar el teléfono de ella “Si, hola cariño… si, estaba recogiendo todo para mañana solo tener que cogerlo y marchar… no, estoy con un viejo amigo, me lo encontré hace dos días en la facultad, cuando fui a ver a Cristian… si, Cristian está bien, te manda saludos… yo también estoy deseando que llegue mañana para verte, nos vemos mañana. Un beso”.
- Porque haces eso?.- pregunto él.
- ¿Hacer qué?- contesto ella sin entenderle- somos muy buenos amigos, posiblemente dentro de poco algo más, pero aun no somos pareja. Ya estás contento, te dije que esto no te importaba.
- Me importa, si, desde el mismo momento en que volviste a aparecer en mi vida. No es una mentira universal.
- Pues fuiste tú el que me paró el otro día en el campus, y por cierto… yo sí que soy feliz desde que te olvide. Y él es, todo lo contrario a ti. Desde que me fui me traslade a Sevilla, soy plenamente feliz, el trabajo me va bien y…
- Sevilla, entonces, es él… Siempre supe que él había sido más importante que yo…
- Te equivocas, y ahora eso da igual… Hemos vuelto a encontrarnos después de varios años, y la verdad, ahora estamos muy bien, viviendo cerca.- Ahora ella estaba sentada sobre la cama, el estaba tenso, muy tenso.

jueves, 4 de junio de 2009

(5)

Él cerró el teléfono más enfadado que nunca, y decidió que debía ir a aquella cita. Se cambio de ropa, cogió las llaves del coche y se marcho a verla. Mientras iba en el coche, intentaba serenarse, no estaba dispuesto a que ella le viera en ese estado, se había prometido a sí mismo, que la olvidaría y que nunca más sentiría algo por ella, algo que no fuera indiferencia. Entonces llego a aquel hotel, salió del coche y lo cerró… La habitación 503, la quinta planta…Toco a la puerta… No esperaba verse a quien vio detrás de aquella puerta cuando se abrió…. Era ella, la chica del campus… esa chica y ella eran la misma… Pero ahora iba vestida de forma totalmente distinta…

- Sorprendido, verdad? pasa… estoy terminando de recoger- La cara de ella mostraba indiferencia pura y dura…
- Tú… - es lo único que dijo él, únicamente la miro con aquella indumentaria… aquella camisa negra semi desabrochada y aquella falda negra con la pequeña obertura detrás… realzaba más su esbelta nueva figura al andar, llevaba el pelo recogido, y unas gafas de vista, nada de lentillas, como siempre la había conocido… Ahora llevaba unos tacones mucho más altos lo que la hacían tan alta como él. Andaba hacia dentro de la habitación… Revisando unos papeles.

Ella se giró y miro con una sonrisa picara…- No ves, no me habías reconocido…

Estaba a menos de dos pasos de él, entonces en un arrebato él la cogió por la cintura y la apretó contra sí mismo… casi podía sentir como el corazón se le salía a ella del pecho… El estaba en shock… Entonces ella le miro más fría que nunca y únicamente le dijo…



Nota de la escritora: Para todos los lectores, en especial para carmen que es la unica que me comenta ultimamente. El martes tengo mi examen de final de carrera, asi q estare algo atareada estudiando, seguramente esta sea la ultima entrada que postee hasta el martes... Besos para todos

miércoles, 3 de junio de 2009

(4)

Mentira universal nº 26: JAMÁS TE OLVIDARÉ.

Ella no firmaba con su nombre, únicamente firmo con su número de teléfono…
Se enfureció, sus ojos se llenaron de ira y comenzó a gritar porque precisamente, en aquel preciso momento, tenía que volver a dar señales de vida, se pregunto si es que no se habían hecho demasiado daño ya. Estaba realmente furioso… Pero no llamó…en ese momento.
Al cabo de tres días, ni uno más, ni uno menos; decidió acabar con aquella ¿“relación”? de una vez por todas…Se armó de valor para volver a escuchar su voz y entonces… marco el número de teléfono…
- Hola, veo que te has dignado a llamar, te ha venido bien el numero, ¿verdad? imagine que lo habrías borrado… te has calmado, verdad, sabía que el mail te volvería loco de ira.
- Pero se puede saber quien…- ella le espeto y no le dejo acabar de decir ni una palabra más.
- Se supone que te has tomado dos días para calmarte. Haz el favor y no montes en cólera - la voz de ella sonaba muy indiferente- anota la siguiente dirección…

Ella espero a que terminara de apuntar la dirección y acto seguido le dijo:

- No tardes, no estaré mucho tiempo aquí. Te espero. –Este juego la excitaba… sabia, que ahora mismo se estaría poniendo de los nervios y volviéndose loco. Buscando una respuesta. Ella sonrío para sí misma, se dispuso a terminar de comer.

martes, 2 de junio de 2009

(3)

- Agradecería que me dejaras de una vez por todas”

… Él se quedo… como explicarlo, petrificado…No la había reconocido… y entonces ella se giro y se marcho… No había andado dos metros, cuando nuevamente se giro y le miro fijamente y le dijo:

- Veo que no me has reconocido… Para mí ha sido fácil hacerlo.

El contestó:

- Perdón? No entiendo.
- Ha pasado mucho tiempo, verdad- contesto ella- Cuanto… ¿dos o tres años?,¿ o igual más…?
- Sigo sin entender…
- Soy yo… Aquella chica que te hizo, como decirlo, tanto daño. Soy yo, aquella que te hizo llorar, la que… bueno, qué más da…

Él iba a contestar cuando sonó el teléfono de ella “Hola cariño, si, que tal… si, si… Esta todo preparado; los billetes de avión y el hotel en pleno centro parisino, es precioso, en serio, seguro que nos va a encantar… Yo también tengo ganas de que llegue… Perdona cariño, tengo que dejarte, me has pillado conversando con alguien, te llamo esta noche,¿ de acuerdo? Un beso”

- Perdona – dijo él- parece como si me conocieras de toda la vida, pero no sé quién eres…

- Mira, no tengo tiempo de estar aquí parada esperando que recuerdes algo, que sinceramente…. No sé si quiero que recuerdes…Adiós, y por favor, no me sigas.

Dio media vuelta y se marcho, dejándole allí con una cara de circunstancia que ni el mismo se digno a entender. Volvió a dirigirse al edificio, camino de su clase. Se paso todo el día, recordando aquel momento y aquella conversación de ella por teléfono. No se le había pasado ni por el más recóndito hueco de la mente, que podría ser ELLA.


Llego a casa casi malhumorado por la situación, y encendió el correo. Encontró un mensaje de ella, un e-mail sin asunto, en el que únicamente ponía: