miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cap 5 (2)

Cada uno estaba agarrado a unas de las amigas, y el estaba solo. Miraba distraídamente a Lauren. Seguía bailando. Estaba con alguien que si que le gustaba. Se sintió incomodo, pero no podía hacer nada. Se quedo allí solo, en medio de toda aquella jauría de gente. La Señorita Lauren se separo de su adorable acompañante hasta ese momento y se dirigió al lavabo. No pudo evitar contemplar divertida el panorama. Cada una de sus amigas bailando con un chico distinto. Al final, seguramente, sería ella que la se marcharía sola a casa. Se deshizo disimuladamente de aquel hombre que no cesaba de atosigarla y se marcho al lavabo de señoritas. Sorteando los obstáculos consiguió llegar, entro, se mojo la nuca, se encontraba algo mareada, el calor, la gente, la música.

Termino. Salió decidida del baño, le diría a sus amigas que se marchaba a casa, pero ellas se quedaran, que cogería un taxi para volver. Iba pensando, se acerco a una de las barandillas de la primera planta de aquella discoteca para observar si en su ausencia había habido un ápice de movimiento. Para su desgracia, sus amigas no estaban. Resoplo pensando en donde estarían, cuando una voz masculina le dijo:
- ¿Creo que tus amigas te han abandonado?
- ¿Perdón? .- la señorita Lauren se giro para comprobar que aquella era la voz del Señor Camas.- Pero mira, si todavía estas aquí…
- ¿No debería estarlo?
- Si, porque no? Es solo que le hacia rompiendo algún pobre corazón. Creo que me marcharé para casa, así, al menos, no escuchare las suplicas por que me quede.
- ¿Tan pronto?.- el Señor Camas intento parecer apesadumbrado, prosiguió.- Esta usted demasiado bonita esta noche como para marcharse.
- Y que me propone usted, Señor Camas?.- increíble, estaba intentando flirtear con él?
- Que no me abandone.

Después de esta frase, ambos permanecieron unos minutos en silencio, sonriéndose. Poco después, ambos abandonaron el local para ir a otro sitio. Entraron en un local, con buena música y estuvieron, como decirlo, conociéndose. Un joven muy atractivo se acerco para solicitar a la señorita Lauren un baile. Esta acepto y dijo a su “acompañante”.
- Lo siento.

El Señor Camas, se quedo sentado en aquel taburete, en la barra, viendo como se contoneaba la Señorita Lauren, sintiéndose celoso de no ser él aquel joven que bailara con ella. Dejo su copa en la barra y se le acerco por detrás, la cogió por la cintura y la atrajo para sí, dándole la vuelta. Bajo sus manos hasta las caderas de ella, ambos moviéndose sensualmente al ritmo de la música. Después, el Señor Camas, la beso.

- Eso ha sido un poco atrevido por su parte, no cree, Señor Camas?
- ¿La he molestado?

El señor camas pregunto. Algo confuso, esperaba cualquier tipo de reacción, excepto aquella pregunta. Una bofetada, un insulto, quizá incluso, que siguiera el beso. Todo excepto aquella pregunta concierto tono de condescendencia e indiferencia.

La señorita Lauren, lo había logrado. Se encontraba tocado y hundido. Se sintió inseguro. Ella le miraba fijamente con seriedad, no pudo evitar de mirarle de arriba abajo. Entonces, ella, sin relajar ni un solo momento su expresión, contestó:
- No

No hizo falta más. En menos de media hora se encontraban en el céntrico ático del Señor Camas; abrió las puertas y le dejo paso a la Señorita, a lo que ella entro con firme convencimiento y seguridad. Se quito el abrigo y lo dejo caer sobre el sofá del salón que estaba justo en la entrada. Acto seguido se dirigió hacia la terraza. El la siguió. La Señorita Lauren se apoyo sobre el balcón de la terraza, dejando y sintiendo como la suave brisa acariciaba su rostro y revolvía levemente su cabello. Alberto que se había quedado recostado sobre la cristalera, se acerco por detrás y la cerco con sus brazos; disimulada le aparto un poco el pelo y comenzó a besarle el cuello. Después ella se giro buscando su boca. El siguiente paso fue la cama. Revolver con ferviente pasión las sabanas, y quedar los dos extasiados de placer.

A la mañana siguiente ella, consciente de todo lo ocurrido, se despertó y sigilosamente se vistió y se marcho. El fin de semana termino de transcurrir como debiera. El lunes, de nuevo, se vieron, pero quizás había demasiada gente. A la hora de comer, ella encontró una nota donde decía:

<>.

Se le ilumino la cara disimuladamente. Se vieron sobre escasos dos meses, después, todo, como por arte de magia, terminó; si realmente había empezado algo. Al menos para ella sí. Sin darse cuenta se enamoro. Hasta hoy."



Siento la tardanza, pero lo prometido es deuda, la segunda parte del capitulo quinto... Aprovecho para desearos felices fiestas e intentare publicar más asiduamente. Un beso enorme, ser felices y espero que el 2012 os traiga todo lo que necesiteis y que haga vuestros sueños realidad.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Un alto en el camino...

Estimados Blogueros,


Lamento haber pasado tanto tiempo ausente, sin que tuvierais noticias mias, y sin seguir subiendo los capitulos de TEMPO. Lo cierto es que estos ultimos meses han sido algo caoticos, el trabajo en el despacho no me da tiempo para nada... y como soy una persona ávida por adquirir formación y seguir creciendo como persona, estoy haciendo varios cursos para complementar mi formación adquirida, tanto en la carrera, como en el master... Es esta la razón de tal ausencia.


Además, entre tanto trajin, perdi mi novela,y afortunadamente, hace poco que la recupere, solo espero que tengais la paciencia para que yo pueda re-repasarla y volver a hablaros de la vida de Silvia y Arhen... reiniciar la historia en el punto donde lo deje, y terminar de dejar que las musas se instalen nuevamente en mi mente (y me ayuden a escribir, algo más que no sean demandas de divorcio, ejecuciones o vicios de construcción).


Os prometo, y esta vez, es de verdad, que en breve, estaré de vuelta por este blog y volveré a intentar que disfruteis leyendo esta novela, tanto como yo he disfrutado y espero seguir disfrutando, escribiendola.


Un besazo enorme!

Rocío

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cap 5 (1)

El Señor Camas y la Señorita Lauren salieron del recinto escolar camino de una cafetería en la que sentarse a charlar. Él no se daba cuenta, pero Lory, como todo el mundo la llamaba cariñosamente, no había cesado de temblar desde que salieran de la sala de profesores. Desde que él la cogió por la cintura. Hablaba, mientras que ella se fijaba en el suelo, escuchando, temía que si le miraba a los ojos o a la cara, se terminaría sonrojando. Se suponía que ella había superado el intenso encuentro que habían tenido casi un año atrás. Aunque no era así.

"Era un sábado, había salido con unas amigas. Su mejor amiga cumplía años. Y se habían prometido quedar, ya que el ritmo de trabajo de cada una de ellas lo hacía imposible. Lo cierto es que había estado toda la semana deseando que llegara el día. Necesitaba desconectar se decía continuamente.

Una tarde, después de su jornada laboral, salió de compras. Le apetecía comprarse algo especial, distinto, para esa ocasión. Entró en varias tiendas pero no encontró nada. Volvía de camino a su casa cuando vio una tienda que no había visto nunca, decidió entrar, por probar… y allí estaba, aquel vestido, era realmente sencillo, de color rojo, a la altura de la rodilla, quizás. De media manga. A simple vista, no era llamativo, pero una vez después de probárselo, decidió que tenía que llevárselo. De vuelta a casa, entró en una tienda y se compro algo de lencería. Atrevido. Se decantó por un conjunto de encaje negro que resaltaba su figura.

El sábado por la tarde, decidió que tenía que cambiar, y empleo gran parte de la tarde a hacerlo. Se ondulo el pelo y le dio volumen, ya que generalmente lo llevaba lacio. Se maquillo de forma suave, únicamente resaltando los ojos dándole un tono ahumado con un toque de rímel; y los labios con un rojo. Una vez hecho eso, se enfundó el vestido encima del conjunto nuevo de lencería y de las medias. El vestido era sencillo, lo único llamativo en el era su escote, que quedaba realmente resaltado por el vértigo que provocaba y el sujetador que resaltaba sus pechos.

Saco del armario los zapatos negros de unos diez centímetros de tacón, y se los calzó. Luego se coloco unos pendientes negros brillantes, se preparó el bolso y salió de casa con el abrigo puesto.

Camino del restaurante, sintió como mas de una persona la miraba; y eso, lejos de intimidarla como habría ocurrido en alguna que otra ocasión, le gusto. Se sintió guapa. Una vez en el restaurante, sus amigas admiraron su atuendo, y los camareros estuvieron con ella más atentos que de costumbre. Sin duda alguna, si se lo proponía, aquella noche era capaz de seducir. La cena transcurrió tranquila, entre risas. Cuando terminaron, se fueron a tomar unas copas.

Fueron al sitio de moda. Un local en el centro de la ciudad. Era enorme, dos plantas, decoradas al más puro estilo “chic”. Dejaron los abrigos en el guardarropa y fueron a elegir una de las meses altas que había en el local. Tenían ganas de beber algo. Lory se ofreció para ir a por ello, se acerco a la barra de aquel sitio, siendo consciente de que el escote llamaría la atención. Sus amigas se quedaron en la mesa. Los tacones, lejos de molestarla, le hacían sentir viva, y el vestido, la hacía sentirse interesante. Aquella noche decidió que no sería la misma Lory tímida de siempre.

Se acercó como pudo hasta la barra, el local estaba lleno de gente. Nadie conocido, era un alivio. Se incorporo un poco y llamo a un camarero. Uno guapo que la sonrió nada más verla, como era de esperar, y no por ella, si no por su vestido. Era de esperar. A lo que respondió con una feliz sonrisa. Si era necesario jugar, esa noche, no le importaría. Se acerco el camarero y dijo:
- Buenas noches, ¿que desea tomar?- ella, toda picardía, respondió:
- Hola guapo. Sería posible que me pusieras un par de ron con cola y dos daiquirís de fresa. Si no es mucho pedir, claro.
- Para ti, nada es mucho pedir. Preciosa. Ahora mismo te lo pongo.
- Gracias cielo.- dijo con una gran sonrisa en la boca.

Al cabo de unos tres minutos, el camarero le sirvió lo que había pedido. Y disimuladamente, le paso, una nota con su nombre y número de teléfono. Cuando se giro para volver con sus amigas, alguien le intercepto el paso y dijo.

- Señorita Lauren, no está bien que le dé esperanzas a un joven camarero.- había un cierto tono de burla en su hablar.

Lory levanto la mirada y ahí lo vio, el Señor Camas, nunca es que se hubiera fijado mucho en el, pero aquella noche lo vio especialmente atractivo. Y aquella sonrisa que mostraba, definitivamente, aquella noche le gusto algo.
- Por cierto, se ve especialmente preciosa esta noche. – le volvió a sonreír, a lo que ella respondió, de forma angelical.
- Yo? Dar esperanzas? No he hecho algo así… Y el que seguro que levanta esperanzas esta noche, será usted, Señor Camas. Va demasiado guapo.- le sonrió triunfal y se marcho.
El señor Camas, vio como se alejaba, nunca se había fijado en su gracia al andar. Pero aquella noche, era imposible no fijarse en ella, él iba con unos amigos. Habían venido a visitarle; desde que se fuera no había podido volver a casa, así que se habían plantado en su ático ese fin de semana. Con la exigencia de que les enseñara Madrid, y a él, el sábado, no le quedo más remedio que arreglarse y llevárselos.
Se acercaron a la barra a pedir algo para beber. Le había venido bien la Señor Camas salir, desde su traslado había salido más bien poco. Se encontraba en una mesa, con sus amigos, cuando diviso que en la pista de baile estaba la Señorita Lauren, se movía grácilmente mientras un joven, de su misma edad intentaba bailar con ella. Muy disimuladamente, intentaba alejarse de él. Sus amigas reían, pero no podían hacer nada para “salvarla”. Los amigos del Señor Camas se estaban divirtiendo, pero necesitaban, quizás, bailar. No se lo pudo preguntar, en menos de un momento, se los encontró en la pista, cerca, bastante cerca de las amigas de la Señorita Lauren. Pensó que debía ir, para evitar que cometieran alguna tontería, pero llego un poco tarde.
Lo prometido es deuda... siento haber tardado tanto en postear... Os invito a pasaros por mi otro blog : Deshaciendo historias: www.rocio221.blogspot.com. Un beso

miércoles, 10 de noviembre de 2010

De vuelta!

Hola chic@s,
Aqui estoy otra vez, lamento que la falta de inspiración se haya dilatado tres meses en el tiempo, pero en el corazón nadie manda, y en gran medidad, es el corazón el que me guia al escribir. Os prometo que colgare el proximo capitulo en breve (y cuando digo breve, me refiero a unos dias).
Gracias por esperar.
Un saludo

viernes, 16 de julio de 2010

Cerrado por... falta de inspiración

Hola chicos!!
Os pido perdon, porque se que estos últimos cuatro meses he estado demasiado distraida (bueno, digamos a ciencia cierta, ocupada) y que he dejado colgado el blog, y por si no tenia suficiente con eso, abrí otro blog ( que tambien tengo colgado)...
Y es que, por lo visto, el proyecto fin de master y el proyecto para la camara de comercio han alejado temporalmente a mis musas con lo que ello conlleva, es decir, tengo falta de inspiración, y unido a que quiero revisar completamente lo que hasta ahora tengo escrito de la novela, pues... Que no puedo, que mis musas han colgado el cartel de "cerrado por vacaciones" y no tienen intencion de volver en un tiempo. Así que por la parte que me toca, os pido disculpas y en cuanto mis musas vuelvan, os lo haré saber.
Un saludo y disfrutar del verano!!
Un besazo de Rocio