lunes, 22 de febrero de 2010

¿Para que?

Sabes, se supone que esto no iba a ser así. Se supone que tu ibas a mantener las cosas, cuidarlas. Se supone que tenías que ser feliz, conservarlo todo, porque yo malgasté mi felicidad para que así fuera.

No es un reproche, es rabía, el sentirme odiada por todo el mundo, para que tu luego, seas una persona en la que no se puede confiar. Soy yo en la que no se puede confiar, porque malgaste mi vida, mis intentos por hacerte feliz de la unica forma que sabía. Para que tanto sufrimiento, para que tantos reproches conmigo misma. Para que malgaste mis fuerzas y mis ganas si luego no lo conservaste. Para que me deje vencer, dime, para que?


Cuanto tiempo tendrá que pasar para que te dignes a contestar a una sola pregunta? Para que te des cuenta que no fuiste tu el que perdiste, sino que hubo más gente que perdió. Para que te des cuenta, que malgaste mis esperanzas por ti? ¿Para que vivi tanto tiempo por ti?

miércoles, 17 de febrero de 2010

Como cada 16 de Febrero

Y ayer, como cada 16 de Febrero, me quedé esperando. Como una tonta, como alguien que aun esta enamorado, como alguien que aun siente algo. Espere, como te dije, desde el primer minuto del dia, hasta el ultimo segundo de la noche, y tu no estabas. No lo recordaste o no te acordaste. Aún me pregunto como cada 16 de Febrero, desde hace cinco años, espero algo que se que nunca llegará.

Hay tantas preguntas, cielo, tantas preguntas sin alguna respuesta. Pero no te culpo, me culpo a mi, por quererte durante tanto tiempo, por pensar en ti como me gustaría que tu pensaras en mí. Cada pitido de mi movil de ayer, desee que fueras tu, que aun guardaras mi numero, y que aun te acordaras de mi dia especial, si hubo alguna vez que lo hiciste. No te pedí como en la canción que soplaras por mi en mi dia especial una vela, sino unicamente, que me hablaras. Solo algo.

Pero como cada 16 de Febrero, de cada año, desde que pasó, no estabas, no te acordaste, no me pensaste. Y te dije que este año era diferente, que habia en Febrero demasiados dias especiales como para que no estuvieras, y no te importo. Pero sabes? el dia 19 lamentaré no tenerte a mi lado, y el proximo 16 de Febrero, me decepcionara que no te acuerdes. Pero no te preocupes, finjo que esto no me importa, que esto no me duele, que esto tiene sentido.

Te prometo, que el proximo 16 de Febrero, del proximo año, no esperare nada, ni un Feliz Dia, ni un Felicidades, ni un Que pases un buen día, pero tambien te prometo que el proximo año, el 16 de Febrero, fallaré a mi promesa y esperare todo de ti, como tantas otras veces lo esperé.

Como cada 16 de Febrero, de cada año, desde que tu dejaste de pensar en las cosas importantes.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Se que este año...

Se que este año, no llamarás. Como cada uno de los años que han pasado desde entonces. Aunque aun crea en los milagros. Y ya noto esa sensación, de pensar en ti, de tenerte en mi mente, de sentir que se acerca el dia y nuevamente, me decepcionara, aunque este año será diferente, porque este año, es más que especial. Y lo siento, ese cosquilleo, pensando en donde estarás, y porque hubo un dia, que aun estando conmigo, dejaste de pensar en mi.
Se que este año, nada cambiara. Que me pasaré todo el dia con el teléfono en la mano, esperando por que cada vez que suene seas tu. Esperando por que este año te acuerdes. Y no, no me siento tonta. Se que este año no llamarás, ni te acordarás, ni me recordarás. Al fin y al cabo nunca lo hiciste. Pero no doleria, y no importaría, sino fuera, porque este febrero es especial. Este febrero, cargado de emociones y dias especiales, y tu, no estarás. Y eso, me decepcionará.
Se que este año me acordare, y al caer la noche lloraré, como cada año desde que te marchaste, desde que me dejaste. Pero este año, volvere a ser fuerte. Volveré a fingir que no te espero, que no te siento, que no te pienso, que no te tengo. Se que este año, nada cambiará. Y que nuevamente lo olvidarás, o simplemente, no lo recordarás.
Se que este año, fallare a mi promesa, como cada año desde que pasó. Se que este año, miraré, al ultimo minuto del día, y te dire adios. Y se que este año, como cada año desde que paso, al final de la noche, cuando marque nuevo dia, me prometeré, que el próximo año, nada cambiara.
Este es el secreto

lunes, 8 de febrero de 2010

Cap. 3 (5)

Volviendo a su tarea, y dejando de recordar. Continúo con la explicación sobre el mundo moderno. Faltaba poco para que terminara la clase. Cuando sonó el timbre lamento que su clase no durara algo más de sesenta minutos. Recogió sus cosas mientras sus alumnos aun estaba revoloteando y hablando sobre lo que harían el fin de semana… y eso que era un Martes, recién empezada la semana.

Hizo el mismo camino que recorrió para asistir a su primera clase del día, pero esta vez al revés para dirigirse a la sala de profesores. Allí estaban todos, era la hora del descanso o “recreo” como comúnmente la llamaban todos los alumnos. Aquella sala; amplia, equipada con mobiliario bastante antiguo que hacia aquella estancia, una de las más sobrias. La mesa central era de un estilo barroco (seguramente tendría bastantes años), que aunque se conservaba en perfecto estado, se notaba que los años no pasaban en balde, y que mostraba al exterior la importancia de aquel prestigioso internado.

Las paredes estaban pintadas en tonalidades marrones, una amplia gama de tonalidades; las paredes, con una tonalidad que llevaba al granate, casi no se distinguía si era marrón u otro color, el suelo, cubierto con gres, algo muy raro, un marrón claro salpicado con pintas de color oscuro. Todo estaba a conjunto, lo único que desentonaba, por decirlo de alguna manera, eran los fluorescentes que colgaban del techo y alumbraban la sala de profesores, todo lo demás estaba en perfecta sintonía.

Volviendo al mobiliario, la librería, que recorría toda una pared, iba desde el suelo hasta el techo; también estilo barroco, todo en aquella inmensa sala era de aquel estilo. Alberto no había sabido diferenciarlo cuando llego, pero la Señorita Lauren, tan amable con todo el mundo, se ofreció a enseñarle los entresijos de aquella institución.