martes, 29 de septiembre de 2009

TEMPO cap 1 (9)

- Ya voy yo, por favor, déjame. Me encuentro mejor.
- Vale, dijo Susana.- mostrando una sonrisa en su perfecta cara.
Me dirigía a la puerta, aunque caminaba un poco torpe. Me pare un segundo, para coger aire. Abrí la puerta y allí estaba él otra vez. Desgarbado y flacucho como siempre. Con ese pelo medio ondulado y sus gafas que tanto le caracterizaron cuando quería acordarme de él. En ese instante, no sé porque motivo me acorde de todo lo que había vivido con él, los buenos momentos, la primera vez que me besó, sacudí la cabeza levemente para vaciarla de esos pensamientos. En ese instante se acercó preocupado por si fuera a tener otro ataque, pero cuando vio que seguí en pie sonrió. Fue en ese momento cuando dijo:
- Hola, veo que ya estas mejor? Eso está bien. Significa que cambiamos el escenario.
- Si, estoy mejor. Que haces aquí? No tienes vida?
- Bueno, veo que sigues tan guerrera como esta mañana.- sonrió.- En fin, como verás no te libraras de mi tan fácilmente, y no, no me voy a ir, y me voy a quedar contigo esta noche… puedes ir haciéndote a la idea.

Mierda! Grite en mi fuero interno, le invite a pasar puesto que no tenía intención de marcharse. Siguió detrás hasta que llegamos al salón. Y allí estaba Susana, que se mostró totalmente indiferente como si nada pasara y se quedo con nosotros un rato. Estuve viendo la tele, mientras ellos hablaban por señas y movían los labios, pensarían que no me daba cuenta. Me hice la tonta.

Estaba a punto de anochecer cuando Susana dijo:
- Chicos, me encantaría quedarme un poco más, pero me tengo que marchar.-
-
Le hice un gesto con la mirada esperando que hiciera algo por mi, en plan de me quedo algo mas o convenzo a Andrés para que se vaya, pero nada. No hizo nada.

Acto seguido dije:
- Tan pronto.- intente darle lastima, pero no funciono.- Me vas a dejar sola?.- Susana sonrió y dijo_
- Tampoco estarás sola, te dejo con…- no dijo nada más, cogió sus cosas y salió antes de que pudiera replicar, o decir nada.

Siempre he odiado las encerronas, de tipo quedo a comer contigo y aparece otra persona, o vamos al cine y me llevo a mi novio y al amigo de mi novio, o cosas como, vamos a preparar una cena a cuatro… No me han gustado, siempre ha terminado saliendo mal; pero lo de Carla del otro día y lo de esta noche de Susana colmaban la paciencia de cualquiera.

No entendía en afán por dejarme a solas con Andrés, por todos era bien sabido que habíamos tenido una historia, mas bien escasa, pero una historia, y que el ahora tenía pareja, y que para más inri, yo conocía a su pareja y era realmente agradable y simpática. Era una situación que me confundía, me hacía estar incomoda y; siempre podía hacer como había hecho hacía unas horas, fingir estar dormida y hacer que él se cansara…
Le ofrecí que comiera algo, pero dijo que no, se había traído su portátil y estaba preparando algo para el trabajo, lo puso encima de la mesa y tenía unos papeles alrededor. Supongo que mi cortesía de esa misma mañana fue la que le sugirió que podía utilizar mi casa como despacho. No podía molestarme aquello, al fin y al cabo estaba algo tirante con todo el mundo y con el más que con nadie, y lo peor de todo, sin razón alguna.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Tempo cap. 1(8)

Antes de nada, quisiera hacer algo que pocas veces he hecho y es agradacer sinceramente vuestras muestras de apoyo y vuestros comentarios. Cada dia que alguien me comenta me hace realmente feliz; Gracias a todos por pensar que mis historias encierran sentimiento, que mi forma de escribir os transmite, gracias, porque como puse en mi bienvenida, unicamente vosotros haceis que crezca este blog... La verdad es que quisiera decirtos tanto, que ahora casi me quedo sin palabras. Gracias por todos aquellos que pasan tiempo en pasarse por aqui y dejarme un comentarios. Gracias a los que deciden que mi historia merece la pena y me siguen... Gracias a aquella personita que decidio recomendarme un dia en su blog. A esas personas que me comentan en cada entrada; a esa otra persona que aguanta que en todos mis comentarios le repita hasta la saciedad la pareja que debe formar la protagonista.
En definitiva, Gracias a todos. Cada comentario es un granito de arena a que esta novela crezca, a que esta historia encierre una ilusion especial. Os quiere esta escritora que cada vez que lee un comentario vuestro se pone loca de contenta. Un besazo.
- Hola.- dije tímidamente.- que haces aquí?, he dormido mucho.
- Hola guapa.- su tono era alegre. – creo que sí, que has dormido demasiado. Como te encuentras? Ayer nos preocupaste mucho, de hecho seguimos preocupados, algunos más que otros.
- Si? Espero que eso de que unos más que otros no lo digas por tu amigo.- dije algo seca.-
- Silvia, no seas así, por favor.Así como Susana, que después de tanto tiempo sin verle, decide auto invitarse a comer conmigo, teniendo pareja. Es que no lo entiendo. Y quedarse conmigo fingiendo que está preocupado. Susana, no seas a mí a quien me juzgues.- hice un alto en mi discurso, si seguía de esa manera era posible que me volviera a dar otro ataque. Continué.- diciéndome que no entiende que me está pasando. Es que no lo entiendo, y seguiré sin entenderlo.
- Eso será algo que tendrás que preguntarle a él, no crees?
- Es que yo no quiero saber nada de él. Es que a mí su vida me da igual, y lo que menos quiero es que se quede aquí cuidándome. Es que no lo quiero.
- Que es lo que te molesta? Nosotros tampoco sabemos que es lo que te pasa. No eres la misma, está bien que haya pasado tiempo sin vernos, pero tu cara no es la misma, tus ojos no son los mismos.
- Sí que son los mismos.- a quien pretendía engañar, si yo misma sabía que no era la misma. Si en mi vida habían pasado demasiadas cosas como para que yo estuviera bien.
- Bueno, sea lo que sea lo que te pasa con Andrés tendrás tiempo de hablarlo esta tarde, porque va a volver, y piensa quedarse contigo toda la noche.- no dije nada, espere para decir algo coherente.
- Si no queda más remedio… y ahora, dime una cosa, me tenéis permitido levantarme o es de extrema obligación que me quede tumbada?
- Ja ja, claro que te puedes levantar, de hecho creo que llevas dos días enteros en cama.- dos días en cama!!! No me lo podía creer, tanto había dormido?? Y tanto había permanecido inconsciente??.-
- Cuanto tiempo permanecí inconsciente?- pregunte con sigilo.-
- Pues casi un día, pero tranquila, el médico te dio una especie de sedante para que descansaras, dijo que tenias la tensión por las nubes al igual que las pulsaciones, por lo que realmente no estuviste inconsciente del todo, sino que también dormiste.
- Bueno perfecto! Entonces podemos bajar abajo, la verdad es que necesito cambiar la postura… y lo cierto es que también tengo algo de hambre.
- No te preocupes, ahora bajamos y te preparo algo.

No se hablo más, me incorpore de la cama, llevaba puestos unos pantalones cortos blancos y una camiseta morada. Alguien debió cambiarme mientras estuve inconsciente, o sedada. Era todo demasiado extraño. Baje las escaleras apoyándome en Susana. Me notaba cansada, demasiado cansada, tenia los músculos engarrotados, pero me sentía bien al poder caminar.

Una vez que llegamos al salón, un salón amplio del que había disfrutado más bien poco, me acomodo en el sofá, y se fue a la cocina a buscar algo para comer. Me trajo un plato variado con fruta. Era la primera vez en mucho tiempo que tenía hambre, que me apetecía comer, desde el accidente había perdido algo de peso.

Encendimos un televisor algo antiguo que existía en el comedor y nos dispusimos a ver algo en el mismo. pero no fue capaz de preguntarme que es lo que paso, el porqué de aquel ataque de ansiedad. Lo único que pude decir fue:
- No hace falta que os preocupéis por mí. Estoy bien.-
- Eso no nos compete a nosotros. La única que se miente sabiendo que no está bien eres tu.

Quizá tenía razón, estaba pensando en lo que estaba diciendo, cuando alguien toco a la puerta. Susana miro hacia la misma y se iba a levantar cuando le hice el alto y le dije:

lunes, 14 de septiembre de 2009

Tempo cap 1(8)

- Que tal estas?-susurro, se quedo esperando recibir alguna clase de respuesta. Solo obtuvo un silencio.- Silvia, estábamos preocupados.
- Que haces aquí?- es lo único que se me ocurrió decir.
- Silvia, por favor… eso no importa. Importas tú. Lo que te paso ayer.- se quedo pensativo, acto seguido dijo.- No digas nada, te traeré algo para que comas. Ahora vuelvo.

Y en menos de un minuto habíamos acabado aquella conversación. Se levanto y salió de la habitación. Aprecie la soledad en la que me había dejado, y en la que me gustaba sentirme desde hacía mes y medio, en la que había decidido sentirme desde que desperté del coma. Desde que ella desapareció. Mire a mi alrededor, en mi habitación todo estaba igual, salvo por las dos sillas de más que había. Alguien debió subirlas durante el tiempo en que me quede inconsciente. Para ser sincera, tenía algunas preguntas que quería resolver… pero de momento, seguí apreciando esa soledad. Andrés no tardo mucho, enseguida llego con una bandeja, un vaso de agua, y un plato con algo de comida. Lo cierto es que no tenía mucha hambre; pero decidí comer.
Nunca me había comportado como una niña malcriada, y si quería volver a estar en soledad no me quedaba más remedio que dejarme cuidar, aunque Andrés no fuera el ideal para ello. Así que acepte que me trajera la comida, y acepte el tomarme las capsulitas que me ofreció tendiéndomelas en las manos. Termine con todo y le mire fijamente.

Había perdido la cuenta del tiempo que hacía que no le veía, demasiado quizá, no lo sabía. Me sentía culpable de que estuviera allí. De hecho el no debía estar allí Se había vuelto a acercar a la ventana y seguía mirando fijamente por ella. Entonces fue cuando las palabras salieron solas de mi boca:

- Deberías marcharte. No hace falta que estés aquí.- dije yo con la voz algo temblorosa, temiendo la reacción que pudiera tener.

No dijo nada. Se hizo un silencio algo incomodo. Entonces volví a dirigirle la palabra.
- Deberías de estar con Andrea. No necesito que estés aquí.- esta vez hable en un tono más duro, dentro de todo lo fuerte que me podía hacer.
- Así que se trata de eso, ¿no? De que estoy con Andrea. De que me vaya con ella. No lo entiendo Silvia.- Dijo con un tono bajo de voz. Entonces le conteste:
- ¡¡No!!.- Grite sin darme cuenta.- ¡¡No se trata de eso!!

Fue en ese momento, cuando se giro, me miro fijamente y dijo, en tono pausado y casi susurrando,:
- Entonces de que se trata Silvia, explícamelo porque no entiendo porque lloraste en el baño el otro día, y no entiendo tu estado de abstracción en todo momento. Y mucho menos entiendo el ataque de ansiedad que te dio hace tres dias.No tengo que explicar nada. Es solamente que estoy cansada, el trabajo me ha tenido absorbida mucho…- Como era posible que mintiera con tanta facilidad?.- En serio, estoy bien, no necesito que nadie se quede - conmigo.- Nueva mentira, desde el accidente esto se había convertido en una costumbre.
- Lo siento Silvia, pero no puedo creerte. – Lo dijo con un tono apesadumbrado.-
- Entonces, que haces aquí? Si crees que te miento, porque estás aquí, en esta
habitación.
- No lo sé.- se hizo un silencio.- Te juro que no quiero molestarte, pero sé que algo en ti no es igual que antes. Y sé que no debo estar aquí; pero hay simplemente algo que me retiene.
Intente incorporarme, pero era inútil, no podía. Era como si estuviera anclada en esa postura en la cama. Andrés seguía en el mismo sitio y con la misma postura. No sabía que hacer ni que decir, al igual que yo. Era una situación un tanto incomoda, y habría dado cualquier cosa por no tener que vivirla. El silencio se vio interrumpido por una melodía aquí estoy yo para hacerte reír una vez más, confía en mi deja tus miedos y ya verás. Aquí estoy yo con un beso quemándome los labios, es para ti, puede tu vida cambiar, déjame entrar. Le pido a dios, que una estrella azul, viaje hasta ti y te enamore su luz, aquí estoy yo…. Era un móvil, el de Andrés, lógicamente yo en mi intento de abstraerme del mundo había apagado el mío. Miro la pantalla mientras la melodía seguía sonando; lo cogió, no sin antes salir de la habitación.

Por la melodía que sonó, supuse que sería Andrea, y que por ese mismo motivo salió fuera de la habitación para hablar… Escuche algo, no mucho, del estilo estoy bien, que has hecho hoy, y poco más… A si, debió preguntarle que donde esta, porque contesto una especie de mentira, algo así como que estaba en su casa, con algo del trabajo… no sé, me pareció oír.

Me hice la dormida antes de que volviera a entrar, no me apetecía seguir en la misma habitación que él , como tampoco me apetecía volver a seguir la conversación en el mismo tono de antes. Si fingía dormir, seguramente, no me molestaría. Y es lo que hice… fingir, o creo que me quede dormida… porque cuando volví a abrirlos había cambiado el relevo. Ahora está allí, Susana, sentada en una silla leyendo….se había rizado el pelo, solo le había visto así una vez, y lo cierto es que no le habían dado buenas opiniones. Me alegraba que estuviera así, estaba realmente guapa. Me desperté sigilosamente para no entorpecerle la lectura, pero dio igual, en el momento en que moví uno solo de mis parpados ya la tenía con la vista fija en mí. Resolví:

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Tempo cap. 1 (7)

Cuando desperté estaba tumbada en mi cama, mi cabeza estaba a punto de estallarme. A mi lado, sentada en una silla con cara de preocupación estaba Carla; Susana estaba de pie, mirando por la ventana existente en mi habitación. Estaba abierta, sentía una ligera brisa, pero los rayos del sol no entraban, debía de estar oscureciendo… pensé en el tiempo en el que debía de haber estado inconsciente. Intente reincorporarme cuando Carla alzó la vista y me miro fijamente, susurro el nombre de Susana y esta se acercó a la cama. Me miraron preocupadas y disgustadas al mismo tiempo.

- ¿Que ha pasado?.- susurré con un tono algo avergonzado.

Me siguieron mirando con la misma cara y entonces, Carla, dijo:
- Te dio un ataque de ansiedad, y después perdiste la conciencia.- Estaba intranquila.- Andrés se asusto, menos mal que estaba el aquí. Aún así, no es momento de hablar de esto ahora. Tienes que recuperarte.
- Lo siento.- volví a hablar con tono avergonzado.-
- Tomate esto, lo ha dicho el médico. Y ahora duerme.- cogió un botecito color blanco de lo que parecían analgésicos, que seguramente no lo serían de la mesilla, acto seguido lo abrió y me acerco unas capsulitas junto con un vaso de agua.- Ahora descansa, nos quedaremos alguno contigo esta noche.

No me costó nada volver a conciliar el sueño…. Esta vez no soñé con el accidente como venía sucediendo casi todas las noches. Esta vez mientras dormía solo había un vacio, negro, oscuro. No sé el tiempo que dormí, lo único que sé es que me despertó un leve cuchicheo… Provenía de la puerta de la habitación… me incorporé un poco y pude ver a Andrés con Carla, no se entendía muy bien lo que decían, pero era algo así como que Andrés quería quedarse conmigo ese día, y Carla no lo creía conveniente, temía que me volviera a dar otro ataque parecido al del día anterior…
- Andrés, no me lo pidas… no se en que momento decidí que quería formar parte de esa encerrona.- Decía Carla, parecía que estaba a punto de llorar.-
- No es tu culpa, no es de nadie… Te dije que no entiendo que le paso…. En la fiesta estuvo igual, cuando la vi salir del baño tenía los ojos rojos… Andrea me comento que cuando entro en la cocina estaba pálida…. No lo entiendo Carla y necesito respuestas…
- Respuestas Andrés? Como tienes tanta cara…. Que te dijo Andrea….? No te has parado a pensar que es con ella con quien tendrías que estar, y no aquí con Silvia…- Se esforzaba por no gritar y echarle fuera de la casa.-
- Por favor, su tía ayer cuando vino dijo que esto era cuestión de tiempo que pasara. Es que no entiendo que haya venido por el estrés del trabajo, no me lo creo. Necesito saber el porqué de la reacción de ayer…

Con ello debió convencerla, porque se dirigieron los dos a entrar en la habitación, decidí hacerme la dormida, Carla recogió sus cosas y se marcho, de mala gana, pero se marcho. Se acerco y me dio un beso en la mejilla, y recordó a Andrés que debía de darme algo de comer en cuanto despertara y después darme el tratamiento. También dijo que ella volvería más tarde. Se marcho y me dejo allí con él, algo que no entendía. Quería estar sola, aunque era consciente que después de lo que paso el día anterior iba a ser algo difícil.
Simulé que despertaba en ese mismo momento. Abrí los ojos lentamente y me toque la cabeza fingiendo que me dolía la cabeza. Andrés estaba mirando por la ventada, de espaldas a mí, con los brazos cruzados, fue en ese instante cuando se giro y me vio, su rostro reflejaba una especie de preocupación y pesadumbre remezclada con dolor. Se quedo quieto de pie, titubeando entre acercarse o no hacia donde yo estaba, hasta que al final dio el primer paso y se acerco, se arrodillo al costado de mi cama y me dijo:

sábado, 5 de septiembre de 2009

Tempo cap 1 (6)

- Hola… .- se quedo en silencio esperando que contestara, en serio pensaba que iba contestar?.- ¿que tal esta?, no piensas decir nada?.
- ¿Que haces aquí?.- mi voz sonaba desganada.- estoy esperando a Carla para comer con ella, asi que por favor vete, que no he terminado de preparar la comida. No me apetece hablar, Andrés.
- Ya sé que has estas esperando a Carla, de hecho en realidad soy yo a quien esperas. – debió ver la expresión que tenia, porque acto seguido dijo.- Por favor Silvia, no cierres la puerta, escúchame…
- No deberías de estar aquí y lo sabes; y yo no quiero que estés aquí.- dije cortantemente.- Cuando vea a Carla voy a matarla…

O no, otra vez esa sensación el brusco palpitar de mi corazón… intente serenarme, pero ahora empezaba el dolor en el pecho… aumentaba por momentos… Otro maldito ataque de ansiedad… es que no podía irse y dejarme tranquila….

- Cuál es el problema.
- Dios Andrés!!! No hay ningún problema, solo quiero estar sola. –

Le grite, no podía evitarlo, el ataque de ansiedad era cada vez más fuerte…Necesitaba sentarme o algo, no podía mantenerme de pie…

- Pero Silvia, es que no lo entiendo, que te pasa.- dijo preocupado.

Era normal que estuviera preocupado, nunca le había hablado así, nunca le había gritado, solo existió un único enfado entre nosotros, y aun así, no fui capaz de gritarle. En ese momento me apreté el brazo contra el estomago, me doblegue, no aguantaba más este ataque de ansiedad, estaba siendo demasiado fuerte…

- Por favor, márchate….- dije ya sollozando, - Por favor…

Estaba a punto de caerme, cuando él se acerco y me cogió y me abrazó contra sí mismo, solo sentí ese momento…porque luego, ese momento, se desvaneció…

martes, 1 de septiembre de 2009

Tempo cap 1 (5)

- Perfecto!! .- pensé para mí misma.- tendré que hacer acto de presencia en algún supermercado para comprar algo en condiciones…


Antes de hacer cualquier cosa decidí llamar a mi madre, no era justo para nadie no tener noticias mías, aunque a estas alturas debía de saber de mí por alguna de mis tías. Aun así se quedaría más tranquila si escuchaba mi voz, y así hice:
Mama? Sí, soy yo, tranquila, estoy bien. Ayer salí, me dio el aire, como tú querías. Yo también te echo de menos, no te preocupes, volveré pronto. Un beso a papa y a los niños… Te quiero.

Acto seguido volví a apagar el móvil, así nadie me molestaría. Subí al baño a ducharme después de haber salido a correr por la mañana. Me pegue una larga ducha de agua fría. Era consciente que tenía que salir adelante, pero no sabía cómo. Solo quería hacer cualquier cosa, porque sino hacia nada tenía la tentación de llorar y llorar, y no podía permitirme el lujo de volver a derramar lagrimas como había ocurrido la noche anterior.


Salí de la ducha y me puse lo primero que encontré en el armario. Unos vaqueros claros y una camiseta de tirantes anchos color rosa claro. Recogí las sandalias claras del suelo y me las puse en los pies. Salí por la puerta camino del supermercado revisando que lo obtenía todo… el dinero en el bolsillo trasero del pantalón y las llaves en las manos… me dirigí hacia el supermercado.

Una vez dentro, salude a la dependienta y cogí la cesta y me adentre en los pasillos para coger lo que necesitaba. Algo de carne y lo necesario para hacer una ensalada. También compre algo más, para no tener que volver al supermercado y no salir de casa en uno días. De camino a casa decidí pasar a saludar a una de mis tías…

De vuelta en casa, me fije en la hora. El reloj del salón marcaban las 13:25; debía ponerme con la comida, Carla no tardaría en llegar y no me gustaría que tuviera que esperar, aunque también es cierto de que no tenía ganas de pasar tiempo con nadie… Y estaba siendo egoísta.

Recogí el mp3 del recibidor, donde lo había dejado al volver esta mañana y me acerque a la cocina para empezar a preparar la comida. Me puse tan solo un auricular mientras lo preparaba todo para asi poder escuchar cuando llamaran a la puerta. El tiempo paso rápido, porque estaba terminando de preparar la ensalada cuando tocaron a la puerta; debía ser ella…

…Y me provocan mis ganas de verte, mi melancolía No me han avisado que esto se termina..No se me hace fácil olvidar, Déjame besarte una vez más… Los acordes de la canción de Alejandro Fernández sonaban cuando me acercaba a la puerta, abría la puerta al mismo tiempo que me quitaba el mp3 cuando al levantar la viste le vi a él, allí, plantado en la puerta como si nada. Como si estuviera listo para una cita. No dije nada, no tenia ganas de hablar y menos con él. Así que me quede allí quieta, de pie, mirándole, esperando a que se cansara y se fuera; pero no lo hizo, en lugar de eso dijo: