sábado, 24 de octubre de 2009

capitulo 2 (3)

Sabia que siempre sentiría por él. Le mire fijamente, intentando aguantar su mirada y acto seguido dije:
- Bueno, come algo, voy a la ducha.- en tono más bajo dije.- ah! Y… gracias por todo.
Salí corriendo antes de que pudiera decir algo que me incomodara algo más de lo que ya lo estaba. Subí las escaleras y entre al cuarto de baño. Me desvestí y me metí bajo el chorro de agua fría. Me lave el pelo y enjabone bien mi cuerpo, acto seguido me aclare y salí para secarme. Mi corazón volvía a latir con fuerza, pero esta vez estaba segura que no me daría un fuerte ataque de ansiedad.

Salí del cuarto del baño hacia mi habitación enfundada en una toalla. Entre en mi habitación y cerré la puerta. Abrí el ventanal de par en par y me cambie. Sin duda me encontraba mucho mejor, pero aun no estaba recuperada del todo. Sentí que me mareaba un poco, me senté en la cama. Cuando me encontré mejor, me levante y hice mi cama. Acto seguido baje abajo. Baje las escaleras poco a poco, evitando hacer demasiado esfuerzo para evitar así que me diera otro mareo. Cuando cruce el umbral del salón él estaba sentado en el sofá con el ordenador encendido y hablando por teléfono. Pase sigilosamente descalza y me dirigí a la cocina a beber algo de agua. Saque una jarra al comedor para que Andrés la tuviera. Ya había terminado de hablar por teléfono. Me miro fijamente, y acto seguido volvió a fijar su vista en el ordenador.

Le mire fijamente y con aire autoritario le dije:
- Descansa, por favor.
No hizo falta decir nada mas, se resigno… Se quito las gafas y se recostó un poco sobre el sofá frotándose los ojos, en menos de diez minutos había caído completamente rendido al sueño. Yo volví a dirigirme a mi habitación, había traído un libro, me apetecía leer, y eso es lo que hice. Paso la tarde. Hacía un calor sofocante. Salí fuera a la calle, para tomar un poco el fresco. Estaba cansada de que me trataran como una invalida o algo parecido. Estaba distraída, disfrutando de la suave brisa que hacia al anochecer cuando algo me saco de mis pensamientos. Era un móvil que sonaba, entre dentro. Era Andrea la que llamaba, lo supe por la melodía que sonaba, era la misma que había sonado la vez anterior, cuando fingía que dormía. Pensé en coger la llamada, aunque supongo que no era una buena idea. Decidí despertar suavemente a Andrés y hacerle que cogiera la llamada. No me dio tiempo, una vez que llegue al comedor Andrés ya estaba hablando por teléfono.

Pase por delante de él en dirección a la cocina, para preparar algo de comer, fingiendo que esta situación podía resultar normal, cuando en realidad no lo era y cuando para ser más exactos no quería que lo fuera. No soportaba la idea de que Andrés estuviera en la misma habitación que yo, y no lo soportaba porque inevitablemente, como tantas otras veces, la atracción era bastante grande.

Esta situación se había dado demasiadas veces y no me gustaba. Me producía tensión y ansiedad y sabia que no podría aguantar una noche mas con él; estando tan cerca y existiendo tanta distancia entre ambos. Por eso esa misma noche le pediría amablemente, después de cenar, que se marchara, que me encontraba los suficientemente bien como para cuidarme yo sola.

Me encontraba preparando una ensalada cuando me sobresalto su presencia mirándome fijamente. Creí que era el momento adecuado:

sábado, 17 de octubre de 2009

capitulo 2 (2)

Estimados seguidores: Lamento haberos tanto tiempo sin actualización, pero recientemente he empezado un curso de postgrado y me coge mucho tiempo. Seguramente no actualize tan seguido, pero no os preocupeis que os seguire deleitando con mi novela; además,debo deciros que aqui nada es lo que parece.... En fin, muchisimas gracias por seguirme y comentar. Un beso enorme!
Acto seguido, me giro y me dejo mirándole a él, me dio un beso en la frente y me llevo hacía la cama. Me tumbo, y solo dijo:
- Descansa. Estaré abajo.

Salió por la puerta, y no miro hacia atrás, dejándome en la habitación. Poco después, caí en un profundo sueño.

Esa noche no soñé con el accidente, cada noche que dormía tranquila era como ganar un premio… aunque para mi, el único premio llegaría cuando lograra entender que paso aquel día en el que quede en coma.

Desperté.

Me encontraba mucho mejor, supongo que el hablar con Andrés mejoro mi situación, mi autoestima… pero no quería volver a sus brazos, no porque no lo sintiera, sino porque había otra persona. Salí de la habitación, descalza. Baje las escaleras, despacio; si Andrés estaba durmiendo lo que menos quería era despertarle.

Pase por el comedor, para ir a la cocina, le mire, se había quedado dormido trabajando. Era como yo, creo, un adicto al trabajo. Le contemple en silencio, se que la noche anterior le hice daño, yo también hubiera querido quedarme con él en silencio, si no hubiera estado con alguien. Zarandee mi cabeza para volver a la realidad. Entre en la cocina, y prepare el desayuno. Era temprano. Deje el café preparado para cuando Andrés decidiera despertar. Ya había hecho demasiado por mí. Me tome mi medicación, decidí ser buena. Al encontrarme bien, pensé que no sería malo hacer un poco de ejercicio para que me diera el aire.

Subí a mi habitación y me cambie. Me puse mis pantalones cortos de hacer deporte, una camiseta y mis zapatillas. Agarre el mp3 y lo metí en el bolsillo trasero del pantalón. Antes de salir de casa deje una nota.

“He salido a correr un rato. Tienes café preparado, desayuna, por favor. Descansa, no es bueno que trabajes tanto. Un beso”

Subí sierra arriba. Después de tantos días encerrada en casa, el aire puro del campo me hacia bien. Me sentía más relajada y con más fuerza. Aunque también es cierto, que la medicación me dejaba algo atontada. Si darme cuenta, cuando mire el reloj, había pasado más de una hora, di media vuelta, de regreso a casa, no había cogido llaves, imaginándome que él seguiría en casa cuando volviera.
Cansada, toque a la puerta, no tarde más de cinco segundos en abrir la puerta. Y ahí estaba, con una cara de enfado y llevando una botella de agua en la mano. Esboce una sonrisa al tiempo que decía:

- Hola feo!. Has descansado?.- se que había cambiado de humor, repentinamente. Creo que el ejercicio me sentó bien.
- Te parece bonito? Que parte de que estas enferma y con medicación no entiendes?.- me hablaba en tono preocupado a la vez que paternalista. No pude evitar volver a sonreírle.
- Tranquilo, estoy mucho mejor, algo cansada, pero mejor. Y si , me tomado la medicación… ahora que lo pienso, suena a que estoy loca…
- Y encima te ríes… que parte de que estuviste en coma, inconsciente casi dos días no entendiste. Silvia, que no estás bien, aunque tú lo creas.
- Andrés, por favor, no me hagas sentir culpable, me apetecía correr un rato, solo eso. Si te quedas más tranquilo creo que voy a ir a ver al médico, pero por favor… por cierto, has desayunado, has descansado? Quedarte conmigo no te hace ningún bien. Y Andrea? tendrá ganas de verte.
- Pero que no estamos hablando de mi! Silvia, no cambies de tema.
- Que te tomes un café, y acto seguido te tomes una ducha, necesitas refrescarte. Y fin de la discusión!
Pase por delante de él con aire victorioso al mismo tiempo que me di cuenta la cara de resignación que ponía cuando subía a la ducha. Al menos había ganada una batalla. Para cuando salió de la ducha, ya le tenía la taza de café servida. Se acerco a mi poco a poco, titubeando. Cogió las tazas de mi manos y se me quedo mirando. Nuevamente aquella situación era demasiado incomoda, no por él, si no por mí. Irremediablemente aun sentía algo por él.

lunes, 5 de octubre de 2009

Capitulo 2 (1)

Estuve viendo la tele, mientras de reojo, miraba como trabaja, sin querer interrumpirle y sin querer molestarle… fue así como llego mi cansancio y cuando menos lo espere estaba durmiendo plácidamente. Solo noté que alguien me tapo con una ligera colcha. Volví a soñar con el accidente, esta vez algo distinto… otro momento… estaba hablando con ella, íbamos a menos de 100 km/hora, ella miraba la carretera, nos reíamos… y entonces, yo grite no!!!! Y en menos de un minuto nuestro coche daba dos o tres vueltas de campana…. Volvía a gritar no!!!!, no!!!!!

Me desperté sobresaltada, alguien me estaba sacudiendo leventemente, era Andrés, me encontré refugiada en sus brazos, mientras me daba un tierno beso en la frente…
- Silvia? Silvia? Tranquilízate, por favor… -Su cara parecía preocupado.
- Otra vez no.- es lo único que se me ocurrió decir…
- Otra vez no, que?.- repitió el.

Acto seguido note como mi corazón comenzaba a agitarse, y una lagrima comenzó a recorrer mi cara.
- Por favor, Silvia, que te pasa.- dijo el asustado.

No dije nada, para entonces mi cara estaba llena de lagrimas, una tras otra, me acordaba de la cara de ella, del coche, de las tres vueltas de campana. Andrés me sacudió levemente para que reaccionara, le mire, su cara estaba desencajada, me tire a sus brazos para refugiarme en el. Me abrazo fuerte, y me dijo, susurrándome al oído:
- Por favor, Silvia. Cuéntamelo, tenemos saber que te pasa. Estoy aquí.

No sé que es lo que me paso, no necesité cavilar si quería o no contarle mi accidente, simplemente las palabras fluyeron solas…

- Tuve un accidente hace un mes y medio.- tome aire, lo necesitaba para contarlo todo.- Fue bastante grave, iba con una amiga en el coche, era un día soleado, volvíamos de la playa, de pasar el día allí.- intente serenarme para no llorar mientras lo contaba.- íbamos hablando, ahora mismo no se dé que, con la música alta, y riendo, ella me estaba contando algo que hacía que no parábamos de reír… no íbamos a más de 100 Km/hora con el coche, no habíamos bebido; - mi voz temblaba contándoselo; hice un alto para tomar un poco de agua que me había traído Andrés.
- Estas bien? .- preguntó preocupado.
- Si.- conteste y continué hablando.-Andrés, no bebimos, era de día aún, y fue todo muy extraño, la carretera estaba despejada, y íbamos tranquilas… oh Andrés! Es que no lo puedo entender…
- Tranquila Silvia, no continúes si no quieres…
- No, necesito contarlo, es por todo esto por lo que estoy así, el ataque de ansiedad, el desmayo…- pare en seco, tome otro sorbo de agua y continúe.- Juró que no entiendo que paso, pero en menos de un segundo alguien venía de frente, y sin darnos cuenta nos dio… - estaba más nerviosa, empezaba a palpitarme bruscamente otra vez el corazón, deprimas.- El coche dio vueltas de campana… Ella perdió el control del coche, ¡¡nos habían dado de frente!!, creo que se quedó inconsciente en el momento, no se… Lo único que recuerdo después de aquello es despertarme en el hospital.
- Que paso Silvia?. Necesitas sacarlo para tranquilizarte, para seguir…
- Estuve dos semanas en coma.- su cara se desencajo en ese preciso instante, me cogió la mano y la apretó fuerte.- Dos semanas, Andrés; y lo peor de todo es que ella no está.- mis lagrimas afloraron nuevamente en mi cara.- Y no consigo entenderlo, no quiero hacerme a la idea de que está muerta.- Andrés me acerco a su torso y me abrazó con sus fuertes brazos.- no pude ni asistir a su funeral…

Me aleje de él rápidamente…. Estar a su lado, de esa forma, abrazándome, dándome todo su calor, me producía un inmenso dolor. Me gire dándole la espalda. El se levanto, y también se giro, únicamente acertó a decir:
- Lo siento Silvia, no era mi intención molestarte…- se hizo un silencio, entonces yo, me acerque a él, y apoyando una mano en su hombro, le dije, en lo que apenas era un susurro.
- Me voy a la cama, estoy agotada. Por favor, si quieres quedarte, no hace falta que me cuides. Duerme algo.

Y me alejé de el, subiendo las escaleras que dirigían hacía el primer piso de la casa que estaba estrenando. Me apoyaba en la barandilla a medida que subía, muy lentamente, uno tras otro los escalones, no quería caerme…

Mis lagrimas afloraron a medida que abría la puerta de mi dormitorio, donde sabía que nadie me estaría mirando. Me acerque a abrir el enorme ventanal que adornaba aquel ancho dormitorio y me apoye en la repisa. Respire profundamente varias veces, y disfrute de cómo la brisa de la noche acariciaba mi rostro, estaba abstraída en mis pensamientos. Un ligero escalofría recorrió mi cuerpo, note como alguien me empezaba a dar calor a medida que me rodeaba con sus brazos. No dijo nada, se quedo así, conmigo, algo más de cinco minutos. Al tiempo, sin romper la magia de aquel momento dijo en un tono leve de voz:
- Déjame estar así, contigo.- le conteste:
- Me duele …