jueves, 25 de junio de 2009

(12)

Se pasó los días siguientes deambulando solo, esperando que ella llamara. Asistiendo a las pocas clases que tenía. Contando días, horas, minutos y segundos, trastocándose la vida nuevamente. Reconstruyendo la historia que había dado por terminada. Ella no llamaba. Y ya no le interesaba conocer a ninguna otra chica, ya no le interesaban las historias de una noche. Envidiaba no ser quien estaba con ella todos los días… aunque lo suyo no fuera serio, formal o como quisieran llamarlo.

Quizás debía llamarla otra vez, hablar con ella, aunque rompiera la promesa; total, nunca había cumplido ni una sola de las promesas que le hizo. Estaba absorto en sus pensamientos cuando sonó el teléfono… Aparecía reflejado el nombre de una chica, por un momento deseó que fuera ella, pero su gesto cambio al comprobar la voz del teléfono:

- Hola? Soy yo, uff, que vergüenza…

- No pasa nada, que tal estas?.- contesto él, era la chica rubia que había conocido hacia aproximadamente una semana, ahora ya se percató del nombre que se reflejaba en la pantalla del teléfono móvil… el fin de semana antes de que todo esto pasara.

- Pensaras que soy tonta o algo por el estilo. No sé, pensé que me llamarías y como no lo has hecho… bueno, lo cierto es que tenía ganas de verte.- Sin duda él no tenía las mismas ganas de compañía, sobretodo femenina, en ese momento.

- No que va, es solo…- intento parecer convincente, evitando mostrar el desagrado que sentía por tener que mentir, después de todo, había estado ocupado teniendo una noche de pasión con su antigua novia y estaba demasiado inquieto por los efectos que ello podía ocasionar en su vida.- es solo que estado muy liado estos días y bueno. Ya te dije que me lo había pasado muy bien contigo, me reí mucho la otra noche.- Eso era verdad, en esta parte de la conversación no estaba mintiendo… la había conocido jugando al billar mientras tomaba unas cervezas con los amigos y sin duda, se ofreció a hacer de experto con ella… pero solo había transcurrido la noche así.

- Bueno, creo que te debo un café.- continuó él.- después de lo desconsiderado que he sido contigo, sin llamarte durante tantos días… Te parece esta tarde, a eso de las 5?

- Umm…vale, no pensé que mi llamada fuera a causar tal efecto, perfecto. A las cinco, en el mismo sitio del otro día, verdad?.- El asintió.

Bueno, después de todo no sería mala idea pasar una tarde entre una conversación interesante y posiblemente unas risas. Hizo acopio de fuerzas y se cambio, se vistió que fuera con algo lo más presentable posible y se marcho a aquella cafetería.

3 comentarios:

Leire dijo...

Por lo que veo, primera en comentar :D Bueno, pues decirte que el viaje aún no ha comenzado me voy mañana, se ha retrasado unos días lamentablemente. Decirte que gracias por pasarte y preguntar por el viaje, y que te blog me gusta mucho. Lo de Nate, pues lo encontrará solo te puedo decir eso. MI blog se cerrará pronto, y se abrirá uno nuevo, titulado Reloj de Arena, con la misma temática, errores del ser humano. Bueno nada más, un beso guapísima.
Nara

Anónimo dijo...

Me encanta :)
Sigue así!

M. dijo...

:O quizas esa chica si es la indicada para el! :O quisiera que él terminara feliz, y la chica tmn ^^ y Andrés tmn, ya que me cae bien xD

~ M.B. Black