viernes, 14 de agosto de 2009

Tempo cap 1(2)

Así que la mire, y respire hondo, mientras que ella tocaba al timbre y ponía cara de loca cuando abrían la puerta. Para cara de loca la de quien abrió la puerta, era Susana, me miro con cara asombrada, empezaron a chillar las dos.

- Ahh, ahhh…- gritaban al unisonó.- Como ha venido, que hace aquí.- ahora era Susana la que chillaba, al hacerlo se acercó Juan; su cara no tenía precio, al verme allí con aquella sonrisa fingida.
- ¿Hola?- No sabía si la reacción que habían tenido era buena o mala, así que volvía fingir una sonrisa y seguidamente dije: - Que tal?
- Menuda sorpresa eh?- Era Carla, la artífice que me había hecho salir de casa.
Para ser sinceros me sentía demasiado culpable por estar allí cuando únicamente lo que quería era tirarme en una cama y llorar. Pero se me daba bastante bien fingir, así que entre algo tímida en la casa y puse cara de contenta cuando veía a todos aquellos que se me acercaban.

Divise por lo general, no se encontraba allí. Mis últimas noticias es que estaba felizmente enamorado y eso me relajaba. Se me acerco Carla por detrás, en ese justo momento me sobresalte, entonces me dijo:

- Tranquila, no va a venir. No está aquí. Por lo visto ha llegado hoy de viaje
- Eso mismo me dijiste la ultima vez, y entonces, a los cinco minutos apareció por la puerta.-
Dije en un tono algo brusco.- Perdona, es que estoy algo incomoda, hace demasiado que no vengo.
- Tranquila, todo el mundo está loco por que hayas venido. Relájate y disfruta.
- Si, tienes razón, será mejor.


Me acerque hacía cocina y me serví un vaso de tequila con lima, necesitaba algo fuerte para abstraerme de todo aquel ruido y gente; volví al salón; fingí que me llamaban por teléfono para poder salir al jardín trasero y quedarme tranquila. Me quede absorta nuevamente en mis pensamientos mientras miraba a lo lejos de pie en el pequeño escalón que daba al jardín, y daba pequeños sorbos a mi vaso.

El calor del mes de agosto era agobiante, sofocante. Me mareaba. Decidí adentrarme en el jardín. No había comido nada y el tequila estaba empezando a hacer su efecto, estaba consiguiendo evadirme, y hacia bastante tiempo que no lo conseguía. Me quede así, de pie, en medio de jardín no sé el tiempo, volví en si cuando alguien me llamo desde la puerta, entonces me giré y mire, era Juan, pretendía sacarme una foto. Entonces sonreí, era la primera sonrisa sincera que mostraba desde hacía días. Decidí entrar dentro nuevamente, estaba empezando a oscurecer. Supongo que me había evadido durante mucho tiempo. Dentro Juan y Carla me miraron algo preocupados. Les sonreí y entonces ellos me correspondieron también con una sonrisa, algo fingida, me dio la sensación.
A pesar de todo, no podía estar tranquila; cada vez que tenía tiempo para pensar tenía ganas de salir corriendo. Fui al baño. Me senté en el suelo apoyada en la puerta, fue entonces cuando las lágrimas afloraron en mi rostro, estuve sentada cinco minutos sin levantarme, con mi rostro en mis manos, preguntando porque. No estaba segura de que el dolor se fuera a pasar algún día. Empecé a notar como mi corazón latía bruscamente, y posteriormente surgía un fuerte dolor en el pecho. Aquello me producía angustia. Odiaba esos ataques de ansiedad que empezaban a producirse con demasiada frecuencia. Decidí incorporarme; si tardaba demasiado, tarde o temprano alguien empezaría a hacer preguntas, ya me había evadido demasiado durante toda la tarde, me mire en el espejo del baño y cogí algo de papel para secarme las lagrimas, esboce una sonrisa de mala gana y decidí volver a adentrarme en la reunión…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta la nueva historia :)
Un beso!