sábado, 5 de diciembre de 2009

Cap 3 (1)

Toc, toc, toc…

El Señor Camas, anda rápidamente en dirección al portalón que sirve de entrada al Josep Renau. El Señor Camas, 1,90 de altura, moreno, ojos miel de aspecto atlético y guapo, hace las delicias de todas las alumnas, que suspiran cuando pasan a su lado. Vestido de sport. Con pantalones vaqueros y polo negro, y zapatos marrón. Su indumentaria se retoca con una chaqueta de piel también del mismo color que su maletín.

Anda con aspecto distraído, mirando al frente con sus oscuras gafas de sol, desde que se incorporara hace ya 3 años al claustro de profesores del internado, ninguno de sus “colegas”, como se llaman entre ellos, sabe gran cosa de su vida privada. Únicamente que no vive en el internado como ellos, pero si en un ático en un edificio moderno en dos calles más allá de donde está situado el internado y una vieja relación truncada con una tal llamada Silvia, del que muchos creen, que sigue enamorado. Pocos saben que su nombre de pila es Alberto, eso realmente importa poco.

De carácter reservado, el Señor Camas se dispone a cruzar el portalón cuando suena su móvil. Levanta un poco el brazo donde lleva sujeto su austero maletín marrón de piel y con ayuda del otro lo saca del perfectamente colocado bolsillo izquierdo interior del maletín.

Una vez en su mano, lo coge y se gira mirando a la calle, de espaldas al internado y baja dos o tres de los varios escalones de los que llevan a la puerta. No se ha quitado las gafas, y ni siquiera se ha dado cuenta que muchas de sus alumnas le observan suspirando por las ventanas. Algo innato el hecho de llamar la atención de esa forma. Finalizada la conversación, se dispone a entrar, en ese momento se cruza con la señorita Lauren, la profesora de literatura de ese mismo internado. No se ha dado cuenta de que se ha sonrojado al verle pasar. Lo cierto es que entre los colegas se comenta que existido alguna especie de affaire entre ellos.
- Buenos días señor Camas, que tal va todo?-
- Hola Lauren, perdona, no te había visto? Alguna novedad?.
- Nada interesante, todo sigue como siempre, yo tengo que marcharme al médico, ya me sustituirá alguien.
- Vale, hasta luego Lauren.
- Chao Señor Camas.
La Señorita Lauren sale corriendo, a pesar de que finge que no siente nada por el Señor Camas, se siente irremediablemente enamorada de él. Pero esta realmente convencida de que no conseguirá nada. Que esa tal Silvia sigue ocupando la mente de “Alberto”, nunca se había permitido llamarle por su nombre de pila. Nunca.

3 comentarios:

Sandra dijo...

*.* Guau, me gustaría a mí conocer a ese profesor... :D ¡¡¡Porfii, renueva pronto, que quiero saber como sigue la historia!!! ^^

Anónimo dijo...

Pinta bien :)

K dijo...

Hola!!! me gustó!!! sigelo!,besos y pasare para seguir leyendo!