lunes, 8 de febrero de 2010

Cap. 3 (5)

Volviendo a su tarea, y dejando de recordar. Continúo con la explicación sobre el mundo moderno. Faltaba poco para que terminara la clase. Cuando sonó el timbre lamento que su clase no durara algo más de sesenta minutos. Recogió sus cosas mientras sus alumnos aun estaba revoloteando y hablando sobre lo que harían el fin de semana… y eso que era un Martes, recién empezada la semana.

Hizo el mismo camino que recorrió para asistir a su primera clase del día, pero esta vez al revés para dirigirse a la sala de profesores. Allí estaban todos, era la hora del descanso o “recreo” como comúnmente la llamaban todos los alumnos. Aquella sala; amplia, equipada con mobiliario bastante antiguo que hacia aquella estancia, una de las más sobrias. La mesa central era de un estilo barroco (seguramente tendría bastantes años), que aunque se conservaba en perfecto estado, se notaba que los años no pasaban en balde, y que mostraba al exterior la importancia de aquel prestigioso internado.

Las paredes estaban pintadas en tonalidades marrones, una amplia gama de tonalidades; las paredes, con una tonalidad que llevaba al granate, casi no se distinguía si era marrón u otro color, el suelo, cubierto con gres, algo muy raro, un marrón claro salpicado con pintas de color oscuro. Todo estaba a conjunto, lo único que desentonaba, por decirlo de alguna manera, eran los fluorescentes que colgaban del techo y alumbraban la sala de profesores, todo lo demás estaba en perfecta sintonía.

Volviendo al mobiliario, la librería, que recorría toda una pared, iba desde el suelo hasta el techo; también estilo barroco, todo en aquella inmensa sala era de aquel estilo. Alberto no había sabido diferenciarlo cuando llego, pero la Señorita Lauren, tan amable con todo el mundo, se ofreció a enseñarle los entresijos de aquella institución.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta! :)

. dijo...

Vuelvo a pasar por aquí :)
Me encanta como escribes de verdad, ¡Sigue así por favor!